Por ajustado margen, el Senado le dio su respaldo a Carlos Bettini para que sea el embajador de la Argentina ante España. Acostumbrado a tener una cómoda mayoría propia, el peronismo tuvo que trabajar más de la cuenta para ganar la votación. Treinta y cuatro senadores apoyaron la moción y veintidós la rechazaron. Algunos legisladores del oficialismo estuvieron ausentes a la hora de votar y otros abandonaron oportunamente el recinto. Entre los cuestionamientos se puso el acento en los cinco años en los que Bettini integró el directorio de Aerolíneas Argentinas en representación de Iberia, las gestiones que él mismo admitió haber realizado por interés de las empresas españolas vinculadas con la construcción de cárceles y en favores recibidos por la concesionaria de la empresa que explota el casino flotante. El oficialismo reivindicó que, con fecha de ayer, Bettini renunció a la nacionalidad española y que fue absuelto por la Justicia de todas las acusaciones que se le realizaron en la década del ’90.
Incluso el titular de la bancada peronista, el rionegrino Miguel Angel Pichetto, se preguntó por qué “si los fallos afirmaron que no afectaban su buen nombre y honor, se volvía sobre esos temas”. Además de reivindicar a la Justicia de los años ’90, Pichetto dijo que “existía una máquina de destruir prestigios”. También reivindicó la renuncia de Be- ttini y sus cualidades. “Le costó mucho tomar esta decisión (de renunciar a la nacionalidad española).”
Los principales cuestionamientos los hizo el radical jujeño Gerardo Morales. El jujeño comenzó criticando al canciller Rafael Bielsa por ir al Senado a “defender a su amigo y socio”. Ante la molestia de los santacruceños Cristina Fernández de Kirchner y Nicolás Fernández, Morales no dudó en calificar a Bielsa como “un fundamentalista”. También recordó el paso de Bielsa por el gobierno de la Alianza y ante la sonrisa de algunos peronistas, como la salteña Sonia Escudero, dijo que “a estos transversales todos los colectivos les vienen bien, no se hacen cargo de nada”.
“Si bien es cierto que no se le puede endilgar a Bettini toda la responsabilidad del vaciamiento de Aerolíneas, su paso por ese directorio no fue algo menor”, dijo la porteña Vilma Ibarra, que votó en contra del pliego. Ibarra también le cuestionó sus gestiones en favor de la empresa que participaba de las licitaciones para la construcción de cárceles. Entre los que votaron en contra se ubicaron los radicales, la cordobesa peronista Haide Giri, el cordobés del Partido Nuevo Carlos Ro-ssi, el radical independiente Rodolfo Terragno y el socialista Rubén Giustiniani, entre otros. Con el oficialismo votaron la bonaerense Diana Conti, el catamarqueño Oscar Castillo. Su colega catamarqueña Marita Colombo abandonó el recinto para no votar, al igual que el radical mendocino Ernesto Sanz. Entre los peronistas que abandonaron el recinto estuvieron el bonaerense Antonio Cafiero, el pampeano Rubén Marín y los sanjuaninos Luis Martinazo y Nélida Martín. Cuando se conoció el resultado, un pequeño grupo aplaudió desde la segunda bandeja y los legisladores bajaron la mirada para arrancar con otro tema.