Néstor Kirchner se reunirá hoy con el presidente ruso Vladimir Putin. El encuentro se concretará en el aeropuerto de Moscú durante la escala de dos horas que el santacruceño realizará allí en su viaje rumbo a China. “Significa una gran atención de Putin, que no suele hacer eso con los presidentes que pasan por esta ciudad”, destacó el embajador argentino en Rusia, Juan Carlos Sánchez Arnau. El paso previo a la reunión entre Kirchner y Putin fue la visita del canciller Rafael Bielsa a ese país, que justamente concluyó ayer y apuntó a fortalecer los vínculos comerciales y políticos entre Argentina y Rusia.
La cumbre Kirchner-Putin fue acordada en medio del viaje del santacruceño hacia China. Y el anuncio del encuentro lo hizo la Casa Rosada después de recibir la noticia desde Praga de boca de uno de los integrantes de la comitiva presidencial.
Si bien la Cancillería venía haciendo gestiones para sentar a Kirchner con Putin, la reunión entre ambos mandatarios se celebrará antes de lo que Bielsa y sus hombres preveían: el mismo canciller había dicho ayer a la mañana –antes de abandonar Rusia para dirigirse a Beijing y esperar allí a Kirchner– que la posibilidad era que se encontraran entre el 22 y el 24 de noviembre próximos en Puerto Iguazú.
Entre los papeles que llevó a su visita a Moscú, Bielsa tenía una nota formal de invitación a Putin para que se reuniera con Kirchner en la Argentina. Lo máximo que logró acordar durante la entrevista que ayer mantuvo con su colega ruso, Serguei Lavrov, fue que en el marco del viaje a Chile y Brasil que tiene agendado para noviembre Putin tal vez podía hacer una escala en Puerto Iguazú y ver entonces a Kirchner. Lo que conversaron fue que el encuentro, de todos modos, no sería a solas entre los dos, sino con el resto de los presidentes de los países del Mercosur y que esa posibilidad quedaba además supeditada a que el aeropuerto de esa ciudad misionera fuera adecuado para el aterrizaje del avión que trasladará al ruso.
Eso fue lo que Bielsa comunicó durante una teleconferencia que desde Moscú ofreció para la prensa, reunida en la sede de la Cancillería. Poco después se tomó el avión a China junto al vicecanciller Jorge Taiana y el resto de la comitiva que lo acompañó a Rusia. El anuncio de la Casa Rosada lo encontró en pleno vuelo hacia Beijing.
La confirmación de la reunión entre Kirchner y su par ruso corrió por cuenta de Sánchez Arnau, quien tiene su residencia en Moscú. El embajador argentino en Rusia precisó que el encuentro tendrá lugar en el mismo aeropuerto durante la escala de dos horas que allí hará el Tango-01. “Tiene agenda abierta”, comentó también el diplomático acerca de la cumbre y destacó que “significa una gran atención de Putin, que no suele hacer eso con los presidentes que pasan por esta ciudad”.
Que Putin haya accedido a ir hasta el aeropuerto de Moscú para conversar con Kirchner es todo un gesto político; sacarse una foto junto al ruso no es menor para el santacruceño: aunque no sea lo que fue cuando encabezaba la Unión Soviética, Rusia es el país más extenso del mundo y ocupa un lugar indiscutible entre las grandes potencias.
Es por esa misma razón que Bielsa estuvo desde el lunes pasado hasta ayer en Moscú al frente de una comitiva que incluyó a alrededor de 50 empresarios. En el plano comercial el objetivo de la Argentina es incrementar el intercambio con Rusia, un país con el cual en la década del ’70 se realizaban operaciones por unos 2 mil millones de dólares y actualmente por apenas 300 millones.
Pero la misión de Bielsa también incluía algunas cuestiones políticas, como obtener el apoyo ruso a la pretensión de la Argentina de colocar un representante en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas durante el período 2004-2006. El canciller aseguró haber recibido el respaldo de Rusia a esa aspiración y que se acordó que en caso de que la Argentina ingrese a ese organismo se llevará a cabo “un trabajo en coordinación” con Rusia. También comentó que “recibimos el apoyo ruso” en el planteo de que es necesario reabrir los canales de diálogo para discutir la soberanía con Gran Bretaña la soberanía de las Islas Malvinas.
Los funcionarios de la Cancillería que estuvieron en Moscú también destacaron los adelantos alcanzados en materia comercial. En particular, comentaron que “están muy avanzadas las conversaciones” para que la empresa rusa Concord construya un gasoducto desde el nordeste al Litoral argentino. Según contaron, hay firmas rusas que también manifestaron tener interés en participar de la reconstrucción de ramales ferroviarios –como el General Belgrano– que sufrieron importantes deterioros en los años que siguieron a su privatización.