Dentro de una semana, el slogan aparecerá en un afiche que recorrerá la provincia de punta a punta. “Con Cristina a la victoria”, dirán los carteles sobre un fondo celeste con el contorno del territorio bonaerense y la clásica V. Nadie necesita aclarar de qué Cristina se está hablando. Pero si queda alguna duda, la incógnita quedará develada con la frase “senadora 2005”. Aunque la campaña de los afiches se lanzará en siete días, la presentación se produjo ayer en el gremio de los porteros de edificios, el Suterh. Por primera vez en público, el kirchnerismo anunció que comenzará a movilizarse por la candidatura de Cristina Fernández en la provincia de Buenos Aires. “Es la única garantía de que la provincia se encolumne con el proyecto nacional”, argumentaron en el acto.
Organizado por un nuevo sello kirchnerista –el Frente de Agrupaciones para la Victoria (FAP)–, el encuentro reunió a unos trescientos militantes y dirigentes bonaerenses. Había sindicalistas, miembros de organizaciones sociales, funcionarios de la gobernación y concejales del PJ distanciados del duhaldismo. A diferencia de otras propuestas K, como el Grupo Confluencia y la Corriente Peronista Federal, esta vez el eje de la convocatoria era “construir en los territorios”. En buen castellano, eso significa desembarcar en los municipios aunque evitando que eso perjudique la relación de Kirchner con los intendentes.
“La idea es desarrollar una estructura propia, unificando a las distintas agrupaciones y a los movimientos sociales, que nos permita dar la batalla electoral en la provincia de Buenos Aires”, explicó a la agencia Télam el coordinador del encuentro, Edgardo Binstock. En el encuentro también estuvieron Edgardo De Petris y Emilio Pérsico (del frente piquetero kirchnerista), el sanitarista Floreal Ferrara, la viceministra de Salud Graciela Rosso, el vicecanciller Jorge Taiana, el secretario de Cascos Blancos Gabriel Fuks, la directora de la mujer de Cancillería Juliana Di Tulio, el director provincial de empleo Eduardo Fernández, el director del Etoss Carlos Vilas, el director del Incaa Jorge Coscia y viejos militantes como Ernesto Jauretche.
Como le gusta a Kirchner, en el encuentro se trabajó en comisiones. En cada grupo se leyó una copia de un documento en el que se compara el año 2004 con tres fechas precedentes: 1945 por la inclusión de los trabajadores, 1952 por la inclusión de la mujer y 1973 por la inclusión de los jóvenes. Para este espacio kirchnerista, la urgencia de este momento es la inclusión de los excluidos, por los desocupados. A partir de ahí hacen la analogía. “Tenemos que garantizar que exista el suficiente poder institucional para poder profundizar las medidas que toma el Gobierno”, argumentó Binstock en diálogo con Página/12. Según los organizadores, la idea de adelantar la campaña Cristina 2005 responde a la necesidad de “crear una estructura propia”, comenzar un realineamiento en la provincia y evitar las incorporaciones “oportunistas”.
“Tenemos que pelear en los distritos para dar la batalla contra la política clientelar. Hay que unificar el proyecto de Kirchner con una fuerza política en la provincia”, argumentó Binstock. La intención es continuar la tarea convocando a encuentros similares en cada sección electoral. “Tenemos que profundizar la organización en el territorio”, resumió uno de los oradores. Los kirchneristas admiten que la ofensiva está comenzando despacio, pero con la seguridad de que cuentan con un buen candidato. “Vamos a crear más espacios de unidad, pero reconociendo los tiempos de construcción del Presidente”, dijo De Petris. En otras palabras, los hombres K no quieren entorpecer la relación directa de Kirchner con los intendentes, a la que creen estratégica para el 2005.