El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dijo que la posible designación de Hugo Moyano al frente de la CGT unificada “no es una luz roja” para el Gobierno. En el vuelo de regreso de la Cumbre del Mercosur, funcionarios de la Casa Rosada comentaron que ven con buenos ojos el nombramiento del líder camionero. Sin embargo, desmintieron que el presidente Néstor Kirchner se hubiera comunicado con él el martes a la noche luego de la reunión donde los sindicalistas impulsaron su candidatura. Ayer la voz de descontento vino de Patricia Bullrich. “Es un retroceso para los trabajadores”, cuestionó.
La designación de Moyano como secretario general de la CGT unificada podría concretarse en el congreso de la central obrera que se hará el miércoles próximo. “A Hugo Moyano lo conocemos desde hace mucho tiempo. Sabemos cómo piensa y cómo actúa”, dijo Fernández. En un guiño a los sindicalistas, los comparó con los piqueteros: “Los trabajadores argentinos” buscan “mejorar sus condiciones” laborales, pero “de ninguna manera tomar las calles”. En el Gobierno, pese a que niegan una comunicación con Moyano esta semana, admiten que en otras oportunidades Kirchner tuvo contacto con él, no así con Rodolfo Daer, aclararon.
El gastronómico Luis Barrionuevo también respaldó al camionero. “Todo marcha sobre ruedas y no hay ninguna posibilidad de revertir lo que ya está acordado”, señaló. Así buscó “despejar” dudas que –acusó– generaron algunos dirigentes entre los “gordos” que intentaron postular otros candidatos que “no tienen consenso”.
Bullrich, titular de Unión por Todos, fiel a su pulseada con Moyano, salió a decir que “nada nuevo se puede esperar de una dirigencia que se ha llenado los bolsillos y vaciado los de sus representados”. “Moyano y Barrionuevo”, atacó, “son el pasado y no quieren que nada cambie para poder seguir con sus negocios”. “Parece que el Presidente se confunde y lo único que quiere son dirigentes que le digan todo que sí”, insistió.