EL PAíS
› COMO DESACTIVAR A DUHALDE
Devolución de atenciones
Luego de las declaraciones de Duhalde al diario brasileño O Globo, en la Casa Rosada analizan la mejor estrategia para enfrentar al ex presidente. Rupturistas y evolucionistas. El factor CFK.
› Por Felipe Yapur
El gobierno nacional tiene decidido desactivar definitivamente a Eduardo Duhalde. La discusión es cómo lleva adelante esta tarea. Por estos días se debaten en la Rosada dos estrategias. Por un lado, están los que quieren avanzar de manera decidida contra el ex presidente “ahora que está muy nervioso” y que están dadas las condiciones para “terminar con su conducción” en la provincia de Buenos Aires. Por otro lado, otro grupo del sector político del gabinete piensa que “hay que esperar que decante la caída” y dedicarse a “recibir a los que se pasan a nuestro lado”. El punto que une ambas estrategias es la candidatura a senadora bonaerense de Cristina Fernández de Kirchner: “Ella gana acá o en Córdoba, pero lo más importante es que nos permitirá afianzar nuestra presencia en el territorio duhaldista”.
A simple vista, la definición de cuál de los dos caminos se tomará la tiene el Presidente. Los hombres de la Rosada miran con fruición las encuestas. Se entusiasman con la que realizó una importante consultora y que todavía no salió a la luz pública donde muestra a Kirchner con un alto porcentaje de imagen positiva contra un guarismo similar de Duhalde pero negativo.
Los que sostienen que ha llegado la hora de romper lanzas con Duhalde toman como ejemplo las declaraciones que realizó el bonaerense al diario brasileño O Globo, donde sostiene que el Presidente está más concentrado en cuestiones de la “política doméstica” que en la tarea del Mercosur. La frase fue tomada como una respuesta a lo que sucedió durante la cumbre regional que se realizó en Puerto Iguazú la semana pasada. En esos días, Kirch-ner ninguneó políticamente a Du-halde y cada vez que se le preguntó por él se limitó a referirse a la tarea que lleva adelante como integrante de la mesa permanente del Mercosur y nada más. “Hay que recordar que ni siquiera lo invitó a regresar en el Tango 01 y eso que había lugar”, apuntó una de las espadas rupturistas.
“Duhalde está nervioso, está terminado. Sus dichos lo demuestran y por eso hay que cortar por lo sano. Se acabó”, señaló uno de los hombres que trajinan las oficinas presidenciales y que avalan la tesis rupturista.
El Presidente, según confesaron sus colaboradores, tiene particular animadversión con algunos de los laderos de Duhalde que no paran de hacer declaraciones beligerantes contra el gobierno nacional. Principalmente la tiene con el ex jefe de Gabinete y actual diputado nacional Alfredo Atanasof. De Hilda “Chiche” Duhalde dicen que el Presidente no opina. De hecho, en la Rosada el comentario que se escucha por estas horas es la comunicación telefónica que el ex presidente mantuvo con uno de los ministros que permaneció en Buenos Aires durante la visita de Kirchner a China. Ocurrió un domingo y llamó para asegurar que no tenía nada que ver con la afirmación de “gobierno piquetero” que había lanzado Atanasof. Desde el otro lado de la línea le respondieron: “Usted sabe que no es así. Atanasof se pasa el día a su lado. Entonces es obvio que se piense que hablan por boca suya. ¿Acaso no pasa lo mismo con Alberto Fernández? ¿O usted no sabe que cuando el jefe de Gabinete hace declaraciones en realidad está hablando Kirchner?”, le dijeron.
Aquellos funcionarios del ala política que rechazan la tesis del quiebre consideran que hay que moverse pero paso a paso. “Tanto nosotros como Duhalde manejamos las mismas encuestas. Los porcentajes son más que elocuentes y señalan que él ya no tiene retorno”, aseguró a este diario uno de los influyentes ministros. Este considera que la pelea con Duhalde tiene sus costos a pesar de que esté en caída libre. “Duhalde es como un viejito millonario con bastón. Es probable que si nos peleamos con él algunos van a decir que está bien porque molesta, pero muchos pensarán que le estamos pegando a un pobre viejo. Entonces algún costo vamos a tener”, argumentó. Ante este razonamiento, dicen que “hay que dejar correr el agua y que decante” porque poco a poco “se están acercando a nosotros cada vez más dirigentes”. Entienden que esta migración les permitirá construir una lista de diputados justicialistas con muchos kirchneristas. “Duhalde ya les pagó el favor a los que acompañaron su gobierno. Ahora debe dejar que construyamos nosotros”, repiten. Aclaran también que el ex presidente carece ya de la fuerza que años atrás tenía para resistir la apertura de las listas como sucedió en la década del menemato.
El factor CFK
Si en algo coinciden las dos líneas de pensamiento del Gobierno en el caso Duhalde es la importancia de la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner a la banca de senadora nacional por la provincia de Buenos Aires. Sostienen que no hay que perder de vista que el gobierno dura hasta el 2007 –“lo que viene después es teoría”, afirman–, pero para garantizar la gobernabilidad hay que controlar el Congreso. Allí reside la importancia de la senadora santacrueña pero platense de nacimiento.
“Cristina gana donde sea porque es una militante de hierro. No es una paracaidista de la política”, reflexionan ambos sectores del Gobierno. Insisten en que es muy importante que los dos senadores del territorio duhaldista sean referentes del gobierno nacional. Es más, aseguran que con ella en la lista de aspirantes a la Cámara alta nadie del duhaldismo se podrá resistir a la incorporación de kirchneristas en la de diputados. “Lo que puede ofrecer el duhaldismo es absolutamente impresentable. Hay que trabajar para poner la mayor cantidad de los nuestros para que la gente vote el cambio”, señalaron los hombres del Presidente. Es más, y para dar muestras de lo que hablan es cierto que si bien Duhalde suele regodearse con los porcentajes de votos que vienen consiguiendo, destacan que la cantidad de electores que efectivamente participan de los comicios ha disminuido en los últimos años. “Y esto es por la imagen que tienen los duhaldistas frente a la inexistencia de una oferta de la oposición”.