EL PAíS
Moyano es candidato a encabezar una CGT para nada unificada
Hoy, en el club Obras Sanitarias, se realizará el congreso de la CGT que deberá elegir a su nueva conducción. Moyano es el principal candidato, pero no cuenta con el apoyo de los “gordos”.
› Por Diego Schurman
Todo indica que Hugo Moyano asumirá hoy al frente de la CGT. Pero no como resultado de un acuerdo entre su tropa y la de los “gordos”, sino ante el evidente fracaso de las negociaciones entre esos dos sectores en pugna. Dicho de otro modo: en el congreso sindical que se desarrollará hoy en Obras Sanitarias el dirigente camionero podría obtener los votos necesarios para convertirse en el nuevo mandamás cegetista, aunque la anunciada ausencia de varios gremios en ese mitin pondría en duda que lo haga en nombre de una central obrera unificada.
Si el punto de partida fuera únicamente la necesidad de renovar autoridades, Moyano se presenta como eventual vencedor de la contienda, ya que nada parece impedir que se alce con la mayoría de los votos. Claro que eso sería limitarse a una discusión legal a partir de la caducidad de los mandatos de la centra obrera.
En rigor de verdad, las hasta ahora infructíferas rondas de conversaciones entre la CGT “rebelde” de Moyano y la CGT “oficial” de Rodolfo Daer buscaron aprovechar una instancia formal para consagrar la unidad de los dos sectores, de tal manera de posicionarse frente a un gobierno que no se presenta afecto a la dirigencia gremial.
El camionero lleva las de ganar en esas discusiones, ya que del muestrario cegetista aparece como uno de los pocos con posibilidades de pisar las alfombras de la Casa Rosada. Los “gordos” lo saben y no lo discuten, pero no quieren dejarle el control exclusivo de una CGT unificada. “Así nosotros quedamos emparentados con el pasado y él con el futuro, y él también tiene pasado y acá todos lo sabemos”, dijo a Página/12 uno de los referentes de la CGT oficial que, sin ruborizarse, admite que del mote de “impresentable” zafan unos pocos.
La fórmula original del acuerdo era un triunvirato, que en apariencia resolvería de forma colegiada, pero que de manera gradual fuera reconociendo como única autoridad a Moyano. En ese esquema, los “gordos” y el sector más menemista de la CGT oficial, nucleado en la corriente Movimiento Obrero con Propuesta, flanquearían al camionero, de manera tal de no aparecer cediendo poder.
Anteanoche los “gordos” patearon el tablero y ayer, en una reunión desarrollada en la sede de UPCN, subieron la apuesta: pidieron que cada miembro del “triunvirato” tuviera el mismo peso. O sea, que sea una verdadera conducción colegiada, acotando los márgenes de acción de Moyano. Y de paso, a esa altura un dato menor, lanzaron el nombre de varios candidatos para completar el poder: desde la adjunta de Sanidad, Liliana Rueda, hasta el dirigente de Obras Sanitarias, José Luis Lingieri, pasando por el ferroviario José Pedraza y el plástico Vicente Mastrocola.
Así las cosas, los “rebeldes” de Moyano anunciaron que el congreso de hoy igual se hará. Y que a pesar de las amenazas de ausencia de varios “gordos” –Sanidad, Comercio, Unión Ferroviaria, Luz y Fuerza– y también de aquellos que han tomado distancia de unos y otros –como el gremio de metalúrgicos (UOM), de la construcción (UOCRA) y estatales de UPCN– obtendrán el quórum necesario para sesionar, votar en forma secreta y formalizar la nueva conducción de la CGT, con sus 23 secretarías y 10 vocalías. “Una cosa son los dirigentes que dicen que no van y otra los congresales de sus gremios, que seguro irán”, dicen los moyanistas.
De ahora en más todo es posible: que se instale una discusión leguleya sobre el número de congresales existentes –previsiblemente los “gordos” hablaban de 1600 y los “rebeldes” dicen que esa cifra está inflada–, como también que en una reunión matinal furtiva se logre un acuerdo de último momento. Cualquiera sea el resultado, el colectivero Juan Manuel Palacios, voz cantante de los “rebeldes”, hablaba ante Página/12 de la asunción de Moyano como un hecho. “Lo primero que vamos a hacer es solicitar una reunión con Kirchner para empezar a discutir temas salariales”, decía.