Un pingüino patagónico, como le gusta presentarse, no iba a pasar por alto el tema. Por eso, Néstor Kirchner, de él se trata, embistió ayer contra Rodolfo Terragno y Ricardo López Murphy, quienes en las últimas horas opinaron sobre el manejo de los fondos que la provincia de Santa Cruz tiene en el exterior. “Escucho a ministros de esos gobiernos que hablan y hablan y cuando tuvieron que estar...algunos fueron jefe de Gabinete, otros ministros de Economía, ministros de Defensa, pero nunca encontraron una solución a nada”, se despachó el Presidente.
Kirchner habló en el Salón Blanco de la Casa Rosada, en el marco del lanzamiento del Plan Incluir, que contemplará capacitación y subsidios productivos para 100 mil jóvenes de entre 18 y 25 años, tal como informó ayer Página/12. “Algunos hablan como si el pueblo argentino no tuviera memoria y dicen que por eso me tengo que callar la boca. Creo que debemos tener memoria”, apuntó el Presidente contra la oposición y aquellos que realizaron “malas administraciones” pero evitando en todo momento mencionar algún nombre.
La alusión a Terragno podría circunscribirse al pedido de informes realizado por el senador y ex jefe de Gabinete de la Alianza en el que pide explicaciones al Gobierno por un adelanto de fondos realizado a Santa Cruz, pese a que la provincia tiene más de 500 mil dólares depositados en bancos suizos.
La inclusión de Terragno en las críticas es tan novedosa como no lo es la de López Murphy. El ex candidato a presidente por Recrear está en los primeros puestos en el ranking. Y un especialista en denostarlo es el ministro del Interior, Aníbal Fernández. Justamente fue este funcionario el primero en asumir la defensa pública del gobernador santacruceño, Sergio Acevedo, y su libertad para disponer el momento oportuno de repatriar el dinero.
Kirchner fue elíptico pero contundente. Y recibió el aplauso cerrado de todos los presentes menos de su hermana Alicia: la ministra de Desarrollo Social se está rehabilitando de su fractura de muñeca y tiene la mano derecha prácticamente inmovilizada. El calor hacia el Presidente continuó un piso abajo, en el Salón de los Bustos, donde cientos de jóvenes beneficiarios de los planes –algunos identificados en las pecheras como Jóvenes de Pie– se habían concentrado para alentarlo. “Hay que saltar, hay que saltar, somos los pibes de Néstor K”, canturreaban. En medio de tanta euforia, el busto del presidente José Figueroa Acorta sufrió una rotura.