Refrendando su vocación de estimular la economía a través de la obra pública, Néstor Kirchner presentó ayer ante empresarios y gobernadores el Plan Nacional de Obras Públicas, síntesis de obras que la actual gestión de gobierno puso en ejecución o iniciará próximamente y que involucran desembolsos totales por 10.023 millones de pesos. Esta cifra podría incrementarse en no menos de 400 millones cuando en los próximos días se detalle un ambicioso programa para la construcción de viviendas económicas, entre otros anuncios aún en ciernes. La apuesta oficial también apunta a incrementar en un 50 por ciento la ocupación formal del sector, incorporando al circuito de obreros de la construcción a actuales beneficiarios de los planes Jefas y Jefes de Hogar.
“Aquí en la Argentina se hicieron muchísimos anuncios de obras que nunca se implementaron”, arremetió ayer el Presidente, dando pie para que luego el secretario de Obras Públicas, José López, precisara el cuadro de parálisis de las obras estatales cuando asumió la actual administración. El funcionario se esmeró luego en probar cuándo habría cambiado la política en este sentido, comenzando por un incremento del 50 por ciento en el presupuesto del 2004 y por una mejora en su ritmo de ejecución.
Los empresarios del sector dan fe que hubo cambios positivos. No sólo por la mayor convocatoria a licitaciones o la reactivación de obras que habían quedado paralizadas tras la devaluación (básicamente los planes de viviendas), sino por el mejor ritmo en los pagos, que de 180 días bajaron a 90 y hoy prácticamente se realizan a contra entrega del certificado.
Con una importante concurrencia de mandatarios provinciales y la presencia de casi medio gabinete nacional que ayer estuvieron en Casa de Gobierno, el plan presentado incluyó un raconto de todo lo que se puso en marcha o aquello que se activará próximamente, parte con recursos del Tesoro, parte con préstamos de los organismos multilaterales de crédito.
Cuando este paquete, que incluye desde las prometidas 700 escuelas al programa de construcción de 20 cárceles (de las cuales se comenzaron 3), esté “en su apogeo”, según López se necesitarán 130 mil obreros más, muchos de los cuales se están capacitando con un programa que el Ministerio de Trabajo instrumentó junto a las empresas de la construcción. La intención es integrar aquí a los beneficiarios de planes sociales, que luego integrarían el plantel de obreros afectados al los nuevos emprendimientos.
Pero el propio Kirchner también puso ayer de relieve que la contracara de este auge es el riesgo de que los costos de la construcción sigan su carrera ascendente. “Si volvemos al mecanismo histórico de que a mayores posibilidades de inversión subimos precios para aumentar nuestras rentabilidades y volvemos a ese histórico proceso argentino, estamos ayudando a castrar la posibilidad de generar un verdadero cambio”, increpó. “Los más importantes anuncios los daremos en las próximas semanas”, advirtió el Presidente. Será cuando, además de obras de algunas tareas de saneamiento, detalle el programa para levantar con recursos estatales unas 100 mil viviendas para sectores de bajos ingresos.