Por Diego Schurman *

A Ocaña no le extraña
Parece que la “sociedad más difícil de comprobar” se ha hecho carne en los últimos días para contrarrestar el accionar de Graciela Ocaña en el PAMI.
Los que conocen el PAMI volvieron a señalar a Luis Barrionuevo y Enrique “Coti” Nosiglia como activos en la interna. Según estas fuentes, los dos son señalados como los que habrían formado la ignota agrupación de “Prestadores Unidos de la República Argentina” y como primera acción contrataron a una consultora de imagen y prensa para que realice unos afiches anónimos. En ellos, con fondo rojo furioso, atacaban a “la hormiguita” con la leyenda “Ocaña nos engaña”, aprovechando la rima del apellido de la interventora, porque en el aumento de las cápitas que dio hace algunos días incluyó varias cláusulas que lo condicionan al cumplimiento de metas en el mejoramiento de los servicios médicos. Esto ha hecho enfurecer a los “prestadores unidos” y, según comentan, están decididos a todo para volver a tener influencia dentro de la obra social de los jubilados.

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Pregunta
Primero dijo “judío de mierda” a un empleado de la Legislatura porteña. Después la denunciaron ante el Instituto Nacional contra la Discriminación. Y finalmente pidió disculpas a su ex asesor y “a todas las personas que profesan su misma religión”. Lo que nadie pudo entender es por qué la semana pasada, mientras la Legislatura rindió homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA, la diputada del Partido de la Ciudad Mirta Onega recién se apareció por el recinto una vez que concluyó el acto.

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Multifacético
Es uno de los históricos voceros de Eduardo Duhalde. Pero desde que el bonaerense dejó la presidencia, Carlos Ben ha multiplicado sus actividades. Desembarcó en Boca Juniors para integrar la comisión directiva que encabeza Mauricio Macri, comenzó a desarrollar el trabajo de asesor de empresas y, desde hace un par de semanas, volvió a probar suerte en la televisión abierta, encargándose de la producción del programa matinal D9A11.

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Un decorador por ahí
A Néstor Kirchner difícilmente puedan taparle la boca. Y eso lo viene demostrando a diario en todos y cada uno de los temas que lo hacen sentir incómodo. Siguiendo esa modalidad, la semana pasada no pudo evitar contar entre su gente algo que lo tiene molesto desde el mismo momento en que asumió. “Es muy grande y muy fría, no es un lugar bueno para trabajar”, lanzó sobre la oficina que ocupa en el primer piso de la Rosada. Claro que en este caso no quiso romper con una tradición histórica, y mucho menos ofrecer razones para generar suspicacias, y por eso se mantiene firme en ese gran monoambiente.

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¿Cómo se dice
cholulo en alemán?
La reunión entre los bonistas extranjeros –encabezados por el alemán Stefan Engelsberger, conocido por su raid mediático en el rol de “bonista piquetero”– y los diputados Mario Cafiero y Gerardo Conte Grand llevaba más de media hora. Las partes habían dejado sentadas sus diferentes posiciones hasta que de pronto Engelsberger, lejos de su posición mediática irreductible e intransigente, extrajo de su bolso un cámara de fotos para retratarse con ambos legisladores aprovechando la bonita vista que el despacho de Cafiero tiene de la imponente cúpula del Congreso.

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Chocolate por la noticia
La mayoría de los legisladores de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados ya había fijado posición sobre el proyecto de ley de Responsabilidad Fiscal, que se tratará en el recinto durante los primeros días de agosto. Se aproximaba el final, tras dos largas horas de reunión. Fue entonces que el diputado Noel Breard (UCR-Misiones), crítico del proyecto, se vio interrumpido por un par justicialista que comenzó a reprocharle lo actuado durante la gestión de Fernando de la Rúa.
–Acordate del Blindaje y el Megacanje –insistió el legislador del PJ.
Sin dudar un segundo, Breard respondió con una advertencia, entre irónico y risueño.
–¿Vos sabés que fue por eso que nosotros no estuvimos antes?
La ocurrencia fue festejada por toda la sala con una sonora carcajada. No hubo más interrupciones.

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Testigo impensado
El testigo de la conversación fue el diputado Eduardo Macaluse. Había llegado a La Rioja con la titular del ARI, Elisa Carrió, en un acontecimiento histórico al tratarse de los pagos de Carlos Menem. Fue entonces que dos hombres, alérgicos al ex presidente, comenzaron a desviar la conversación hacia el deporte. Amantes de River –Macaluse inclusive–, se volvió inevitable hablar de Ramón Díaz. Fue entonces que el dúo riojano se puso colorado y comenzó a recordar cómo al “Pelado”, que era del mismo barrio, no le permitían ni siquiera tocar la pelota, por “flaquito y apocado”. Y cómo el ahora reconocido ex jugador y ex técnico millonario se los reprocha cada vez que se hace una visita por La Rioja.

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De eso no se habla
Mucho se ha contado de la unificación de la CGT. Pero no todo. Por ejemplo, que la votación de la lista única, la de la unidad, fue trucha –ya que nunca se hizo pese a anunciar los supuestos votos positivos, en blancos y anulados–; que el Gobierno prefería que la prenda de unidad fuera Gerardo Martínez, del gremio de la construcción (Uocra), y no el camionero Hugo Moyano, y que Luis Barrionuevo no tuvo empacho en pegarles duro a los metalúrgicos por haber faltado al congreso sindical (“Desde que se murió Lorenzo (Miguel) siguen pensando qué hacer. Por ahí en 4 años se deciden ...”, chicaneó). De yapa: nadie explicó allí si el dato de que el juez Gabriel Urso citaría a declarar a varios titulares de las obras sociales sindicales (entre ellas la del propio Barrionuevo), además de funcionarios del gobierno de Fernando de la Rúa, por presunto fraude con los fondos de los monotributistas.

* Colaboró Santiago Rodríguez.