La Habana Vieja será reconstruida con materiales de fábricas recuperadas argentinas. Una muestra de los cerámicos producidos por la autogestionada empresa Zanon ya viajó a Cuba. El objetivo es cerrar un acuerdo por el cual el gobierno de Fidel Castro pague los materiales necesarios para la obra a todas las empresas autogestionadas que quieran sumarse al emprendimiento. Mientras tanto, el Poder Ejecutivo envió a Zanon un miembro del equipo de trabajo interministerial dedicado a analizar los casos de empresas manejadas por los trabajadores y, por su parte, los ceramistas preparan el lanzamiento de una campaña nacional para destrabar la conformación de una cooperativa, que la Justicia laboral demora. Pedirán una entrevista con el presidente Néstor Kirchner y seguirán con la recolección de firmas para acelerar el reconocimiento legal como empresa cooperativa. La mediación entre los obreros de Zanon y la constructora cubana estuvo a cargo de Hebe de Bonafini, quien en diálogo con Página/12 explicó su relación con la fábrica neuquina y los detalles y las perspectivas del acuerdo. “Es lo que hubieran querido nuestros hijos”, afirmó la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
–¿Cómo nace su relación con Zanon?
–Las Madres fuimos a ver la fábrica y nos dimos cuenta de que era una fábrica enorme, hermosa, que habían defendido los trabajadores y que funcionaba poco. Pensamos que había que ayudarlos a producir más y fuimos con gente de la Universidad (de las Madres) y los asesoramos en temas administrativos. Y también a abrir cuentas de bancos. En fin, les dimos toda la mano que pudimos y despegó. Empezó a crecer, a producir más. Esa fábrica la inauguró (Jorge Rafael) Videla, y yo siempre digo que la reinauguramos las Madres.
–¿Y ahora van a exportar a Cuba?
–Sí, porque estamos en contacto con varias fábricas recuperadas, de calzados, de cojinetes, de pintura, algunas en San Martín otras en Rosario. Por eso el gobierno cubano, a través de un personaje que se llama Eusebio, decidió reconstruir la parte de La Habana Vieja, van a reconstruir escuelas y decidieron comprarles materiales a las fábricas recuperadas de la Argentina. Eusebio es un señor muy amado por los cubanos. En vez de comprarles a otros lo hacen a estas empresas recuperadas, para ayudarlas.
–Además de Zanon, ¿qué otras empresas van a exportar?
–Son fábricas con nombres nuevos, de calzado, de ropa de seguridad, madera de aserraderos, algunas indígenas de Misiones y también de Capital y del interior. También necesitan puertas, ventanas, ladrillos, cemento... todo eso. Estamos tratando de ayudar para que se concrete. Para nosotras es hermoso que los compañeros que se animaron a tomar una empresa y a hacerla producir hoy puedan crecer a partir de que Cuba les compre lo que producen. Cuba ayuda a los compañeros y nosotros ayudamos a la reconstrucción de La Habana Vieja. Era un sueño y ahora se está realizando.
–¿En qué momento están del acuerdo?
–Hubo un primer envío de muestra, para que vean el tipo de material que hace Zanon. Ellos nos van diciendo lo que necesitan y vemos cómo acá lo conseguimos, con un grupo que está trabajando con gente de Cuba. Vemos también cómo podemos ir ampliando esto. Todas las fábricas que estén produciendo pueden sumarse. Los compañeros cubanos pagarían en forma rápida y directa, no a 30 días o 60 como es lo habitual, para que las fábricas tengan dinero para comprar el material.
–¿Esto lo hacen a través de la Embajada de Cuba?
–No, directamente con la empresa constructora cubana, que como se sabe es controlada por el Estado cubano.
–¿Y qué pasa con los problemas legales que aún tiene la mayoría de estas empresas, incluida Zanon?
–Ahora hay una veta, como el Gobierno quiere abrir cooperativas a las que ya están funcionando las va a tener que apoyar porque esto es dar trabajo en lugar de un Plan Trabajar. Además, el Gobierno mandó una persona que los está asesorando con el tema de la cooperativa, los ayuda con las pautas. El juez (comercial Germán Páez Castañeda) que tiene trabada la cooperativa nos dijo que no se iba a poner contra los trabajadores. Una mucho no les cree, pero bueno, lo dijo adelante nuestro. Cuanto más crezcan mejor van a poder luchar. Hay que pelearla.