EL PAíS
› LOS DIMES Y DIRETES SOBRE LOS CASETES DE LA AMIA
Bonadío citó a Abraham Kaul
La Justicia citó al titular de la AMIA, Abraham Kaul, para que dé precisiones sobre la supuesta aparición de los casetes con escuchas de la causa. De su declaración dependerá que cite o no al Presidente.
El juez federal Claudio Bonadío decidió investigar las afirmaciones y desmentidas en torno de la supuesta aparición de los casetes que registraron las escuchas de la causa AMIA. Tras la aclaración del Gobierno de que no se encontraron las cintas sino unos remitos, el magistrado citó a declarar al titular de la AMIA, Abraham Kaul, para que dé precisiones sobre qué fue exactamente lo que se dijo en la entrevista con Néstor Kirchner, que derivó en el anuncio luego desmentido. Si en su declaración Kaul confirma que la recuperación de las grabaciones le fue comunicada en Casa de Gobierno, Bonadío remitirá al Presidente un cuestionario para que explique su versión. El magistrado también solicitó las desgrabaciones de los programas periodísticos donde Jacobo Kovadloff, consultor del Comité Judío Americano de Estados Unidos, afirmó que Kirchner “habló de casetes y no de recibos”.
La polémica por el fallido hallazgo de 45 casetes perdidos en la causa AMIA continuó ayer con la citación de Kaul. El director de la mutual judía deberá declarar como testigo ante el juez Bonadío y entregarle un listado con los nombres de los 34 dirigentes que estuvieron presentes en la reunión del lunes con Kirchner, tras la cual se anunció a la prensa el supuesto encuentro de las grabaciones.
El juez que instruye la causa sobre las irregularidades en la investigación del atentado tomó la decisión de citar a Kaul después de que la Policía Federal, la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y la Unidad Especial AMIA del Ministerio de Justicia le aseguraran por escrito desconocer cualquier hallazgo de esas cintas. Bonadío había enviado oficios a los tres organismos poco antes de que el Presidente desmintiera la noticia que dio Kaul la noche anterior en la Casa Rosada.
Desde el Gobierno, se reiteró ayer la idea de que todo fue un “mal entendido”. “Se trató de un error de interpretación de un hombre que lo entendió sanamente”, insistió el jefe de Gabinete, Alberto Fernández refiriéndose a Kaul. Sin embargo, Kovadloff, quien como miembro del Comité Judío Americano también participó en la reunión con el jefe del Estado, confirmó que Kirchner se había referido literalmente a “casetes”, al menos según la traducción oficial. “Queremos pensar que el Presidente quiso recibirnos con una buena noticia, que fue transmitida con error y apresuramientos, sin ser chequeada”, aseguró. Kovadloff hizo esas declaraciones ayer por la mañana en radio Mitre y La Red. Por eso, el juez solicitó a las emisoras las copias de las entrevistas.
Si bien el propio Kaul ratificó el martes que durante el encuentro Kirchner habló de casetes y no, como sostiene el Presidente, de recibos que dejan constancia de “la ruta de las cintas”, ayer se llamó a silencio y sólo anunció que no iba a formular más declaraciones.
El que sí habló fue el vicepresidente en ejercicio de la DAIA, Jorge Kirszenbaum, quien aunque no participó de la reunión del lunes en Casa Rosada evaluó que “más que una confusión, alguien le brindó una información equivocada al Presidente”. También señaló que el jefe de Gabinete lo llamó expresándole la “consternación del Gobierno por todo este episodio”. De todos modos, la entidad judía solicitó una audiencia con Kirchner para aclarar la situación.
Otro de los que opinó sobre el tema fue Claudio Lifschitz, entonces colaborador del ex juez de la causa, Juan José Galeano, y quien hizo la denuncia inicial sobre irregularidades en la investigación del atentado. El ex secretario consideró que Kirchner fue víctima de una “interna” entre la SIDE y la Policía Federal, y recordó que los casetes fueron “destruidos” hace muchos años por una orden que “vino desde lo más alto del poder político”.
El abogado de Memoria Activa, Pablo Jacoby, dijo que “los familiares de las víctimas estaban muy ansiosos con el tema de los casetes pero ahora esa esperanza se desvaneció. Estamos ante un nuevo papelón que provoca escepticismo”. Jacoby apuntó sus críticas hacia el titular de la AMIA yopinó que “la situación que Kaul plantea es un mamarracho; el asunto merece un poco más de seriedad”.
Los 45 casetes de la polémica forman parte de un lote de 66 cintas grabadas en los días posteriores al atentado del 18 de julio de 1994, cuando agentes de la SIDE y de la Policía Bonaerense negociaban la entrega del entonces único sospechoso, Carlos Telleldín. Esta tratativa se hizo desde la casa del reducidor de autos, en la localidad de Villa Ballester, mientras Telleldín se encontraba en Misiones, hacia donde había escapado.
Según denuncias recopiladas en la causa que investiga Bonadío, algunas de estas grabaciones podrían corresponder a conversaciones escuchadas por la SIDE antes de la masacre, en la hipótesis de que seguían la pista de los terroristas pero se les escaparon a último momento.
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