EL PAíS
Una visita a los presos
“Es injusto mantener presos a quienes nada tienen que ver con el grupo provocador violento”, afirmó ayer la diputada porteña Vilma Ripoll, de Izquierda Unida, luego de dialogar en la cárcel de Devoto, acompañado por otros cinco legisladores, con ocho de los 12 detenidos por los incidentes ocurridos el viernes 16 en la Legislatura. “Les imputan absurdamente ‘coacción agravada’ y encima se impuso el secreto del sumario hasta el 2 de agosto, obstaculizando la defensa. El Gobierno y la Justicia quieren usarlos como chivo expiatorio de su crisis”, opinó Ripoll.
La legisladora, junto con los diputados Daniel Betti, Sergio Molina, Héctor Bidonde, Tomás y Rubén Devoto, coincidieron en que de los ocho entrevistados “dos eran transeúntes, un anticuario de San Telmo y un mensajero cuyo patrón declaró en su favor, y los otros seis eran manifestantes”, cinco de los cuales eran vendedores ambulantes y el sexto un travesti. Tomás Devoto aseguró que hay un tercer transeúnte detenido en Ezeiza. “Igual que los otros dos que vimos, ni siquiera había participado de la protesta.”
Devoto sostuvo que los detenidos están “destrozados anímicamente” por la gravedad del cargo que se les imputa. El diputado Roy Cortina, en declaraciones a Radio Continental, sostuvo que los destrozos fueron provocados por “una combinación de manifestantes minoritarios que se dejaron arrastrar por algunos infiltrados que salen de las propias fuerzas de seguridad”.