El fiscal general federal de La Plata, Carlos Dulau Dumm, fue secuestrado ayer por extraños que lo “pasearon” en auto por las calles céntricas de esa ciudad, lo amenazaron de muerte por su intervención en el Juicio por la Verdad y, diez minutos después, lo liberaron. Además de participar en el proceso que se desarrolla en la Cámara Federal de La Plata para establecer el destino final de los desaparecidos, Dulau Dumm integra la Unidad Fiscal encargada de impulsar las causas penales por violaciones a los derechos humanos que derivaron de la investigación encabezada por los camaristas. “Me recriminaron permanentemente mi participación en el Juicio por la Verdad y me dijeron que me dejara de joder con los subversivos y guerrilleros porque iba a ser boleta”, denunció el fiscal antes de ser internado tras un pico de presión.
El fiscal intervino en los juicios en los que fueron condenados en marzo pasado el ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense Miguel Etchecolatz y el ex médico policial Jorge Bergés. Dulau Dumm intervendrá ahora en la llamada causa Camps, reabierta tras la derogación de las leyes de impunidad y recientemente derivada a la Justicia Federal de La Plata.
Como lo hace todos los lunes a las 8 de la mañana, Dulau Dumm estacionó su auto en la esquina de 13 y 55 y caminó hacia la Escuela Superior de la Policía donde dicta clases de Derecho Procesal Penal. Pocos metros antes de llegar al edificio, dos personas lo hicieron subir por la fuerza al asiento trasero de un auto blanco y arrancaron. Así fue como comenzó el recorrido que se extendió durante diez minutos por las calles del centro de La Plata, el mismo tiempo que duraron las amenazas contra su vida.
Aunque no lo vendaron, las personas que lo inmovilizaron le quitaron los anteojos, sin los cuales tiene “muy poca visión”. A pesar de ello, Dualu Dumm logró reconocer que, en su breve recorrido, el auto no se alejó de la zona de la Catedral platense hasta que lo liberaron cerca de plaza Moreno en diagonal 73 entre las calles 12 y 55. Los secuestradores no le robaron absolutamente nada. Le sacaron la batería a su teléfono celular pero guardaron, con mucho cuidado, el aparato desarmado en uno de los bolsillos de su saco, junto a los lentes.
Las amenazas no sólo fueron contra su vida. Los extraños también aprovecharon para enviar mensajes intimidatorios contra el ex coordinador fiscal del Juicio por la Verdad, Hugo Cañón, y el fiscal federal Marcelo Molina, junto a quien Dulau Dumm intervendrá próximamente en la causa Camps. La también llamada “causa 44” fue derivada a la Justicia Federal de La Plata en junio pasado luego de que el juez Jorge Luis Ballestero se declarara incompetente.
Durante los diez minutos que duraron las amenazas arriba del auto, los secuestradores le repitieron a Dulau Dumm que se apartara de los Juicios por la Verdad, investigación que lleva más de 2200 expedientes y en el que ya declararon más de 800 testigos. También le recriminaron la cantidad de años de condena que el fiscal pidió para Etchecolatz y Bergés durante el juicio oral que determinó, finalmente, siete años de pena para cada uno de los represores por la supresión de identidad de una hija de desaparecidos. El fallo del Tribunal Federal Nº 1 implicó la culminación del primer proceso penal contra responsables de la última dictadura que se realizó en La Plata, como derivación del Juicio por la Verdad.
Madres de Plaza de Mayo, Hijos, Abuelas, APDH, Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos y otros organismos de derechos humanos de esa ciudad repudiaron el secuestro contra Dulau Dumm y exigieron a las autoridades nacionales y provinciales que “garanticen la seguridad de todos aquellos que trabajan en estas causas judiciales”. En un comunicado también denunciaron que “el momento en que ocurre este hecho no es casual. En la Justicia Federal de La Plata están radicadas más de cincuenta causas que vinculan a centenares de represores que aún están impunes y que, luego de la nulidad de las leyes de impunidad, ven en peligro su libertad”.

Informe: Martina Noailles.