“Este es un mes de decisiones: el Presidente tendrá que elegir si es Alfonsín o si es Perón.” De regreso de su viaje a Venezuela, el dirigente piquetero Luis D’Elía cuestionó ayer los cambios que reforzaron la alianza del Gobierno con el duhaldismo y con otras corrientes justicialistas, como la que expresa el senador santafesino Carlos Reutemann. D’Elía consideró que hay sectores que buscan que Kirchner se reubique “con el statu quo y tire por la ventana la transversalidad” y dijo esperar que “algunos movimientos que está haciendo hoy (Kirchner) sean meramente tácticos”.
D’Elía encabeza el sector piquetero kirchnerista. Un mes atrás, el 21 de junio, lanzó un frente de organizaciones de desocupados con un congreso que obtuvo un fuerte respaldo de la Casa Rosada. Al acto asistieron tres integrantes del gabinete: los ministros de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; el de Trabajo, Carlos Tomada, y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. Pero ayer hubo una toma de distancia. “Al Presidente lo han puesto en un brete en el que tiene que elegir entre el duhaldismo, la vieja política, las corporaciones, o empezar a recorrer el camino de las nuevas representaciones. No quiero hacer futurismo, pero sé que el Presidente es un hombre de grandes convicciones”, agregó el titular de la Federación de Tierra y Vivienda.
Para el dirigente existe una campaña que busca alejar a Kirchner de la transversalidad política, a lo que apuntó “el asesinato de Martín “Oso” Cisneros”, que generó la toma de la comisaría de La Boca y los incidentes en la Legislatura porteña “que para mí fue un armado de (Mauricio) Macri y la Policía Federal, en el que nada tuvieron que ver los grupos piqueteros”.
En el Gobierno las declaraciones causaron malestar. “Al Presidente no le cayó bien. Salir en este momento a decir ese tipo de cosas no fue la mejor idea”, dijo una fuente de la Casa Rosada. El informante señaló que hubo un llamado a D’Elía para que bajara el tono.
Consultado sobre la toma de la comisaría, el piquetero afirmó que si él no hubiera ingresado a la seccional “habría habido veinte muertos y se acababa el gobierno de Kirchner”, tal como “ocurrió cuando el asesinato de (Maximiliano) Kosteki y (Darío) Santillán, que hubo que llamar a elecciones”. La causa judicial por la ocupación, que está en manos del juez federal Jorge Urso, ayer se activó a raíz de las declaraciones del saliente secretario de Seguridad Norberto Quantín. Basándose en las denuncias del ex funcionario, los abogados del comisario Cayetano Greco pidieron al juez que preguntara al jefe del Estado “si las órdenes eran no hacer nada” ante el accionar de los manifestantes.