La seguridad fue ayer la preocupación de la Casa Rosada. El presidente Néstor Kirchner y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, se reunieron por primera vez con el flamante secretario del área, Alberto Iribarne, y el jefe de la Policía Federal, Néstor Vallecca, justo en momentos en que hay varios casos de secuestros extorsivos dando vueltas. No fue el único gesto. Por la mañana, el vocero presidencial, Miguel Núñez, salió a ratificar la “plena vigencia” del Plan Estratégico de Justicia y Seguridad que en su momento lanzó el entonces ministro Gustavo Beliz como respuesta oficial a la ola creada alrededor del caso Blumberg.
Oficialmente, el encuentro en el despacho de Fernández fue para comenzar a delinear las nuevas pautas de trabajo. Como es habitual, cuando promediaba el encuentro se sumó el Presidente y se quedó conversando hasta que se le hizo la hora de salir al acto por el centenario de Ricardo Balbín.
Antes de eso, el Gobierno había asegurado que el plan de Beliz, aunque él ya no esté, “sigue en marcha”. En rigor, no es el proyecto en su conjunto sino algunas de sus iniciativas las que ahora se encontrarían suspendidas. De hecho, el nuevo ministro, Horacio Rosatti, adelantó que, por ejemplo, la iniciativa de crear un sistema de juicio por jurados debería replantearse debido a problemas presupuestarios.
Pero otros puntos del plan siguen vigentes. El Gobierno ratificó ayer que la semana que viene el ministro Rosatti irá al Congreso a respaldar cuatro iniciativas que están listas para ser tratadas en sesión. “El plan está en marcha más que nunca y de ningún modo ha sido frenado”, sostuvo el vocero presidencial.