EL PAíS
› SOLA IRA AL CONGRESO POR LA RESPONSABILIDAD FISCAL
Para aplacar las rebeldías
El gobernador se reunirá hoy con los diputados bonaerenses. El PJ no tiene firme el quórum para la sesión de mañana.
› Por Eduardo Tagliaferro
Se tratará de un símbolo. De un símbolo necesario. Por lo menos para los diputados que conducen el bloque peronista en la Cámara baja. El gobernador Felipe Solá llegará al Congreso para reunirse con los treinta y cinco diputados del peronismo bonaerense y alinearlos en apoyo a la ley de responsabilidad fiscal que impulsa el Gobierno. “No era necesario que Felipe viniera, pero así estos dos (Marina Casesse y Daniel Basile) no saldrán a hablar que se oponen a la ley en nombre del duhaldismo”, confía a este diario un importante diputado del oficialismo. Los dos supuestos “rebeldes” habían concurrido a las asambleas que en oposición a la norma propició el diputado porteño Claudio Lozano.
Pendiente el aval del Fondo Monetario a la tercera etapa de revisión del acuerdo firmado por nuestro país y el organismo multilateral, la aprobación de la ley aparece como imprescindible. De allí el esfuerzo de los bonaerenses por asegurarse cada uno de los votos. Cuando la norma se trató en el Senado, la mayoría oficialista la acompañó pensando que en Diputados el proyecto no pasaba. Ahora, para desandar algunos cuestionamientos, no son pocos los diputados que dicen: “Nunca se va a poder cumplir con ella”.
Los que cuestionan la ley hacen referencia a que, en los hechos, significa un nuevo ajuste para los gobiernos provinciales. Limitar gastos sin tener cifras más o menos precisas de los montos de la recaudación es para muchos de los que se oponen a la norma un achicamiento presupuestario. Desde los denominados partidos provinciales se hace hincapié en la necesidad de discutir previamente a este proyecto una nueva Ley de Coparticipación Federal.
“Mire si se cae la economía y se cae todo volveremos a discutir un nuevo pacto fiscal. Uno más. Por lo pronto para el pago de la deuda externa no hay ni un peso más de los que definió el Gobierno”, dice una importante espada del oficialismo al defender el proyecto enviado por la Rosada.
La idea del peronismo es lograr que la norma se vote en la sesión de mañana. La primera luego del receso invernal. El principal problema del oficialismo es lograr el quórum para que comience la sesión. “A lo sumo lograremos sentar unos 120 diputados”, calculaba un diputado oficialista. Nueve menos que los necesarios para comenzar el tratamiento del tema. “La gloriosa transversalidad de la derecha nos va a apoyar”, dice, con ironía, a este diario un referente peronista en la Cámara baja. El peronismo no le tiene miedo a la votación en general, pero tendrá que sudar para juntar los 129 que habilitan la sesión.
La task force encargada de juntar las voluntades que faltan la integran el titular de la Cámara, Eduardo Camaño, y el jefe de la bancada oficialista, José María Díaz Bancalari. Ellos también estuvieron detrás de la movida que llevará a Solá a Diputados. Camaño habló primero con Solá. Luego Díaz Bancalari lo hizo con Eduardo Duhalde primero y después con el gobernador. Los referentes del oficialismo dicen que será un gesto para atenuar la discusión interna, ya que los votos necesarios dicen tenerlos.