EL PAíS
Tras una oferta de Sobisch se escondería el desalojo de Zanon
La ceramista Zanon, recuperada por sus trabajadores, está en riesgo de ser desalojada si prospera una propuesta del gobierno neuquino para realizar un plan de vivienda frente al predio de la fábrica.
› Por Adriana Meyer
El destino de la autogestionada fábrica de cerámicos Zanon entró en un desfiladero más que incierto. El gobierno de Jorge Sobisch por primera vez intervino en el expediente de la quiebra comercial para presentar un plan de viviendas que obraría como una “red de contención” posterior a un inminente desalojo. Ese fantasma ya es conocido para los ceramistas, que resistieron a la Gendarmería y a la policía en varias oportunidades. Pero ahora un eventual operativo para sacarlos de la planta cuenta con el aval de la Corte Suprema de Justicia, que falló a favor del reclamo del juez del concurso, quien había denunciado que la Justicia y el Ejecutivo neuquino desobedecían sus órdenes. Los obreros están en estado de alerta, reforzaron las guardias en la planta y harán un encuentro en Buenos Aires con organizaciones políticas, gremiales, sociales y de derechos humanos para informar sobre la situación y trazar los pasos a seguir. El Gobierno nacional dio su apoyo explícito a la gestión obrera en Zanon, pero ese respaldo aún no tuvo una expresión concreta (ver aparte).
Luis Manganaro es el ministro de Trabajo y Seguridad del gobierno de Sobisch e intervino en la represión a los estatales del 25 de noviembre pasado, en la que el joven Pedro Alveal perdió un ojo por las balas policiales. También recibió denuncias por torturas en la Unidad carcelaria 11 y por la persecución a estudiantes. Su nombre figura al pie de la propuesta que presentó el gobierno neuquino en el expediente de la quiebra comercial de Zanon, en el juzgado de Germán Páez Castañeda. “El plan de Sobisch es un desalojo encubierto de la fábrica”, explicó a Página/12 el abogado de los ceramistas Mariano Pedrero. Con una inversión de 3 millones de pesos plantean un microemprendimiento para la fabricación de viviendas prefabricadas que emplearía, tras el desalojo, a 250 de los trabajadores de la fábrica. El punto es que Zanon autogestionada ya tiene 400 obreros, esos 250 son trabajadores especializados en la producción de cerámica, y el empleo sería temporario. “En asamblea ya fue rechazada la propuesta porque consideraron que es una maniobra, una preparación del desalojo que presentan como una garantía de las fuentes de trabajo, lo cual es una mentira”, agregó Pedrero. La respuesta fue que esos 3 millones sean destinados a obra pública que contrate a los obreros de la construcción que están desocupados.
En septiembre pasado, los obreros le presentaron al juez Páez Castañeda todos los documentos para la conformación de una cooperativa, a la que denominaron Fasinpat (Fábrica sin patrones), pero el magistrado hasta ahora la ignoró. “Pensamos que todo se inclina hacia una nueva orden de desalojo”, indicó el abogado. Páez Castañeda ya fijó los plazos para la finalización del concurso de quiebra, en principio para el 25 de febrero. A partir de ese momento hay tres opciones: la menos probable es que la fábrica vuelva a manos de la familia Zanon, porque el mismo magistrado los desplazó del directorio argumentando que “Zanon no se comportó como un buen hombre de negocios”, que ocultaron información, no presentaron los balances y realizaron una “maniobra económica”. La otra posibilidad es que la planta ceramista de Neuquén pase a manos de un inversor o de un inversor asociado a un acreedor. Y la tercera es que sea desguazada tras un remate.
“Como no hay señales de que el juez vaya a aprobar la cooperativa, quedan estas tres opciones y (Jorge) Sobisch le facilita este plan que sólo cierra con el desalojo”, afirmó Pedrero. El abogado entiende que esa medida se puede concretar en cualquier momento, no necesariamente en febrero. Y por eso es que los obreros tomaron la “decisión firme de quedarse adentro de la fábrica y resistir, ratificada en asamblea”. Voceros de prensa de Zanon explicaron que defenderán sus puestos y la gestión obrera, que ya reforzaron las guardias y que están haciendo reuniones con distintas organizaciones de la ciudad que están alerta juntocon ellos. Ante situaciones similares anteriores, la comunidad neuquina no dudó en movilizarse en favor de los ceramistas, junto a las organizaciones nucleadas en la Coordinadora del Alto Valle, que contiene a los estatales, a desocupados y a estudiantes. Buscarán solidaridad en Buenos Aires en una reunión que tendrá lugar el viernes 20 a las 19 en el también autogestionado hotel Bauen, de Callao casi Corrientes. Y el jueves 19 a las 11 la movilización será en Neuquén, en el monumento a San Martín.
¿Por qué el desalojo podría ser inminente? Porque ya no existen trabas judiciales para que ocurra. El juez Páez Castañeda recurrió a la Corte Suprema de la Nación, acusando a la Justicia neuquina de no respetar sus órdenes con respecto al desalojo de Zanon por la fuerza. Y la Corte, en su conformación previa a la renovación propiciada por el Gobierno, le dio la razón y quedó habilitada la luz verde para que el operativo se concrete.
Aun con esta espada de Damocles sobre sus destinos, los ceramistas de Zanon siguen incrementando su producción (300 mil metros de cerámicos por mes), exportando a Cuba con vistas a contribuir en la reconstrucción de La Habana Vieja, e incorporando nuevos puestos de trabajo. Aceptaron transformarse en cooperativa, pero no resignan su proyecto de estatización y cuentan con un plan elaborado por el economista Pablo Levin que ratifica la sustentabilidad de la gestión obrera en Zanon.
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