Seis meses de suspensión para Mirta Onega y un mes para Jorge Giorno. Ambos son legisladores porteños y ése es el castigo que sus propios colegas recomiendan aplicarles por “haber incurrido en actos de inconducta grave en ejercicio de sus funciones”. Onega calificó como “judío de mierda” a un empleado de su propio despacho y la sanción que aconsejan imponerle está fundada en que ella misma reconoció haber hecho esa afirmación discriminatoria. Giorno es quien la denunció y pidió que se la separara de su banca, pero los legisladores que investigaron el caso lo acusan de haber obstaculizado su esclarecimiento.
La decisión final de la sanción que corresponde aplicarles o no a Onega y Giorno deberán tomarla la totalidad de los legisladores. El punto de partida del debate que llegado el momento se planteará en el recinto es el despacho que ayer terminó de redactar la Comisión Investigadora que se conformó especialmente para analizar sus conductas.
La aplicación de un castigo a Onega y Giorno requiere el aval de dos tercios de los legisladores. Ese número fue superado ampliamente en el seno de la Comisión Investigadora, donde se acordó por unanimidad un dictamen que recomienda la suspensión de ambos.
“Hubo un consenso unánime sobre los fundamentos de las sanciones que se construyó a lo largo de dos meses de trabajo, algo hasta ahora inédito en las comisiones de la actual Legislatura”, destacó Ariel Schifrin. Su firma aparece al pie del dictamen junto a las de Sandra Bergenfeld, Fernando Melillo, Jorge San Martino, Juan Manuel Velasco, Ana Suppa y Alicia Caruso.
Onega fue denunciada hace unos meses por haber calificado como “judío de mierda” a Norberto Cohenca, un empleado de su despacho al que pretendía reemplazar por su marido; después de eso dejó de trabajar a su lado. La legisladora, quien desde un bloque unipersonal trabaja ahora codo a codo con los macristas del grupo Nogaró, integraba entonces la bancada del Partido de la Ciudad, liderado por Giorno.
Fue el mismo Giorno quien la denunció. Antes de hacer público el caso, el líder del Partido de la Ciudad le hizo una grabación con una cámara oculta en la cual Onega aparecía refiriéndose a Cohenca en términos discriminatorios.
Ante la revelación del caso, Onega admitió entre lágrimas en el recinto sus dichos y pidió disculpas en una sesión en la que Giorno recibió tantas críticas como ella. Es que el titular del Partido de la Ciudad no dio intervención a la Justicia en la grabación de la cámara oculta, lo cual dio pie a la sospecha de que se trataba en verdad de una maniobra para quedarse con la banca de Onega a raíz de las diferencias que ambos mantenían. El hecho de que a pesar de los reiterados pedidos que se le hicieron, Giorno no entregara después a la Comisión Investigadora el video completo, sino un fragmento editado, no sólo profundizó las dudas al respecto, sino que fue lo que dio pie a la decisión de recomendar que también se le aplique una sanción.
El dictamen unánime de los miembros de la Comisión Investigadora subraya que la “conducta reticente” de Giorno constituyó un obstáculo al esclarecimiento del caso. También señala que su actitud “denota un verdadero menoscabo hacia el funcionamiento de las instituciones republicanas” y recomienda aplicarle una suspensión por 30 días.
La sanción que se aconseja para Onega es la suspensión por 180 días. En su caso se tuvo en cuenta que ella misma admitió su responsabilidad y consideraron que sus expresiones “fueron despectivas y discriminatorias”.
La Comisión Investigadora también recomendó aplicar un apercibimiento a Carlos Ameijeiras. Se trata del legislador del Partido de la Ciudad en cuyo despacho fue filmada Onega.