“Ahora está la plata y les pido que aceleren los proyectos para poder llevar adelante este plan que es muy importante para consolidar la infraestructura educativa en el país.” De esta forma, el presidente Néstor Kirch-
ner emplazó a los gobernadores para que el anuncio de construir 700 escuelas en cuatro años con un crédito del BID de 150 millones de dólares y una contrapartida nacional de 100 millones no se convierta en una promesa incumplida. Frente a los mandatarios de la mayoría de las jurisdicciones sentados entre funcionarios de Educación y Planificación que colmaban el Salón Blanco de la Casa Rosada, Kirchner pronosticó, además, un crecimiento de la economía de “entre un cinco y un seis por ciento”, relativizó la caída porque “fue sólo en el mes de abril” y defendió “la inversión pública” como elemento dinamizador de la economía.
El pretexto del acto fue la firma de 18 contratos para la construcción de 21 escuelas. El motivo real: repartir culpas por el evidente atraso en la ejecución del plan a un año de su lanzamiento. Desde la Nación repiten que las provincias se demoran en presentar los proyectos; el cumplimiento de los pliegos de licitación es muy complejo y hay desinformación sobre el programa en sí. También es cierto que dejaron pasar demasiado tiempo esperando la reacción de las jurisdicciones. Un alto funcionario del área de Planificación le planteó hace unos días a Kirchner que había provincias que tenían un precupo asignado para las obras y no respondían y le sugirió darles un plazo de seis meses. El Presidente achicó el tiempo a dos meses y finalmente acordaron que sean tres meses a partir del 1o de septiembre. Por su parte, la Nación se comprometió en un plazo de 90 días a partir de las correspondientes aprobaciones a licitar los proyectos. La decisión presidencial es que, si no responden, las provincias perderán su cupo y las escuelas se construirán en otro lugar.
La Nación informó que “entre los 31 establecimientos terminados, los 25 en ejecución, los 71 en proceso de licitación y los 21 contratados (ayer), ya suman 148 las nuevas escuelas que se incorporarán al sistema educativo desde el inicio de la gestión del actual Presidente”. “Para abril, mayo del año que viene tenemos que tener licitadas la mayoría de las obras”, dijo Kirchner. A la luz de la experiencia tendrán que acelerar realmente los tiempos para llegar en los próximos tres años y medio a levantar los 552 establecimientos restantes.
“Con este plan esperamos incorporar 250 mil chicos al sistema educativo nacional en los próximos años”, señaló el ministro de Educación, Daniel Filmus. El fue el encargado de presentar en didácticos Power Point la distribución de los cupos por provincias, la inversión, los alumnos involcrados y los metros cuadrados a construir.
“Para los ideólogos de la década del ‘90, las inversiones públicas eran gastos improductivos. Para nosotros, son inversiones dinamizadoras que traen justicia y equidad y que ayudan a potenciar la economía. No hay esquema más redistributivo que la fuerte inversión pública en viviendas y escuelas”, enfatizó Kirchner y machacó ante los gobernadores que “en Argentina hemos logrado revertir algo fundamental: siempre se tenían los proyectos y las ideas, pero nunca se tenía la plata. Ahora está la plata”. Kirchner aprovechó también para criticar la política educativa del menemismo, cuestionó la transferencia de escuelas “sin recursos” y remarcó que con la inversión para la construcción de 700 escuelas, la Nación “está tratando de remediar los tremendos problemas generados” con las políticas de los ’90. “No sólo va a servir para infraestructura educativa, sino que es inversión, crecimiento económico y trabajo”, sostuvo y exhortó a los mandatarios provinciales a “obrar rápido”.
En la próxima reunión del Consejo Federal de ministros de Educación, se podrá ver la reacción ante el emplazamiento presidencial.