EL PAíS
Se multiplicaron las amenazas en el PAMI después de la cámara oculta
Fueron recibidas por Graciela Ocaña y por el subgerente de insumos médicos, Jorge Selser.
› Por Martín Pérez
La sucesión de denuncias y cámara oculta en el programa Punto.doc y la entrevista a Graciela Ocaña que publicó Página/12 generaron una ola de repercusiones en el PAMI, en las prestadoras privadas y en el Congreso. En un programa radial, la interventora denunció que tras el reportaje de este diario –en el que aseguró que “la sombra del Coti (por Enrique Nosiglia) y (Luis) Barrionuevo es algo más que un mito”– comenzó a recibir amenazas. Consultada por Página/12, la interventora del PAMI dijo que en las últimas 48 horas recibió dos intimidaciones: los dos mensajes no llegaron por teléfono sino a través de intermediarios. En un caso, llegó por intermedio de un habitué del Parlamento y, en el otro, de uno de los prestadores denunciados por la intervención. Pero no fue la única amenaza que llegó al PAMI en estos días: el subgerente de insumos médicos, Jorge Selser, recibió mensajes por teléfono y también en persona, en el Hospital Argerich.
En diálogo con este diario, Ocaña también respondió a las críticas de la diputada Graciela Camaño, que le había pedido que presentara denuncias en la Justicia si tenía información de irregularidades. “Por supuesto es mi deber como funcionaria pública presentar las denuncias en la Justicia. Y ya lo he hecho varias veces: he presentado varias denuncias por defraudación contra el PAMI. Y en el caso del intento de coima a D’Elía, no bien se hizo la cámara oculta se presentó una investigación preliminar al fiscal (Jorge) Rígolo”, contó Ocaña. Además, en los últimos días la directora ejecutiva de la obra social presentó un nuevo escrito denunciando un intento de defraudación a través del pago de dos cheques falsos por 500 mil pesos que realizó una droguería.
Pero las amenazas que reconoció haber recibido Ocaña no fueron las únicas que llegaron al PAMI en estos días. El médico Jorge Selser, un conocido militante del Partido Socialista Auténtico –su familia siempre estuvo ligada al socialismo–, recibió una extraña llamada en su propio celular: cuando atendió, escuchó una grabación de una reunión en la que él había participado y en la que se había discutido la continuidad del contrato con la unión transitoria de empresas VAB UTE, la misma que fue denunciada en la cámara oculta del programa Punto.doc. Poco después, Selser recibió otra amenaza en persona en el Hospital Argerich.
La UTE VAB había sido denunciada por Ocaña y el líder de la Federación de Tierra y Vivienda (FTV), Luis D’Elía, el jueves al mediodía. Allí, D’Elía dijo que uno de los socios de VAB, el propietario de la empresa Angiocor, Horacio Pisano, había intentado coimearlo si lo ayudaba a conseguir la renovación del contrato con el PAMI. La oferta, que D’Elía despreció, era el 10 por ciento de un eventual convenio con la obra social. La UTE VAB está integrada por VVP S.A., Biotec Medic y Angiocor, cuyo principal directivo es Pisano. El miércoles a la noche, Punto.doc lo mostró in fraganti cuando intentaba sobornar al dirigente piquetero.
Además de las amenazas que llegaron a la obra social de los jubilados, el caso generó reacciones tanto en la UTE VAB como en la Cámara de Entidades Prestadoras de Salud (Cepsal). La UTE VAB dijo estar “sorprendida y consternada” por las “polémicas acusaciones” contra Pisano. Y la Cepsal, que agrupa a las prestadoras privadas, expresó su “enérgico repudio” a las prácticas corruptas “provengan del sector público o privado”.