EL PAíS
› LA JUEZA HIGHTON MANTUVO EL EQUIPO DEL EX SUPREMO
La herencia de Moliné O’Connor
› Por Eduardo Tagliaferro
Heredó su despacho, y a su personal. Sólo que en el caso de la plantilla de asesores y secretarios letrados no se trató de un legado sino de una elección. Casi la totalidad de los empleados y abogados que formaron parte del staff del destituido supremo Eduardo Moliné O’Connor trabajan hoy para Elena Highton de Nolasco, la jurista que llegó al máximo tribunal con el gobierno de Néstor Kirchner. Muchos de ellos intervinieron en el caso Meller, expediente en el que el ex magistrado fue acusado de legitimar un proceso administrativo fraudulento con grave perjuicio para el Estado. El mismo equipo acompañó a Moliné en sus opiniones dolarizadoras. Para la flamante ministra, “se trata de un equipo muy profesional, son gente de carrera”.
“Están dando muchas satisfacciones”, explica Highton para fundamentar la continuidad del equipo que supo ser el sostén de Moliné. La segunda mujer en llegar a la Corte, primera que lo hace en democracia, aclara que de ese equipo no aceptó a familiares directos del eterno dirigente del tenis. “Ni sus dos hijos, ni sus dos sobrinos, siguen conmigo”, explicó. Los hijos de Moliné en la Corte eran Cecilia y Santiago. En el árbol genealógico de Gerald O’Connor y Mary Margaret Bell, matrimonio de irlandeses que llegó al Río de la Plata antes de 1900, Cecilia está inscripta como hija de Eduardo Moliné O’Connor, casada con Alejandro Savage. Santiago acompañó al ex magistrado en las audiencias del juicio político en la Cámara alta.
“Hasta hace poco, los familiares de Moliné continuaban estando afectados a ese despacho”, explica a Página/12 un funcionario conocedor de la entretela de los tribunales. De los abogados que supieron reportar a la vocalía de Moliné y ahora lo hacen para Highton, se encuentran Javier Zumárraga, José Pildaín y Adriana Gómez, todos secretarios letrados. En la plantilla también están Florencia Sanguinetti y Catalina Rossini, secretarias privadas, y Katty Pantoff, prosecretaria jefa. “Ellos podían asesorarlo a Moliné, pero las decisiones las tomaba él. En mi caso le aseguro que las decisiones las tomo yo”, explicó Highton.
La pesificación es uno de los temas relevantes que el tribunal tiene pendiente. Si bien en los últimos días fueron desestimados algunos recursos judiciales, en ninguna ocasión los jueces se pronunciaron sobre la cuestión de fondo. A principios de agosto, cuando Petracchi informalmente disparó el debate, sorprendió a algunos jueces la opinión del flamante ministro Eugenio Zaffaroni. El supremo insinuó que la emergencia económica había quedado atrás y que ahora se podría devolver los depósitos en dólares. Según pudo saber este diario, Highton habría llegado a una fórmula en la que luego de sumar el CER a los intereses, se arribaba a un dólar de referencia de 2,20 pesos. Si bien esto repetía el argumento del “esfuerzo compartido”, cuando se habló de los depósitos judiciales en sedes bancarias, la jueza habría enfáticamente apoyado su dolarización. “Yo no voy a confirmar, ni desmentir eso. No digo ni que sí ni que no. No hablo de los expedientes ni de las reuniones de acuerdos”, respondió a Página/12.
“La jueza no brindó ningún indicio”, respondieron esta semana los ahorristas encabezados por el actor Nito Artaza y por el ex futbolista Hugo “Perico” Pérez luego de entrevistarse con Highton para hablar precisamente de los depósitos acorralados. Lo único que manifestó la jueza en esa ocasión fue que es “absolutamente independiente del poder político”.