Indeciso, Mauricio Macri aún no definió si se presentará como candidato en la provincia de Buenos Aires y está por verse si consigue un guiño de Eduardo Duhalde. Sin embargo, el empresario ya comenzó a imaginar una estrategia, según reveló uno de sus íntimos a Página/12. “La idea es hacer una coalición amplia y un discurso abierto, como el de las elecciones en la Capital, que apunte a los sectores disconformes con el Gobierno, peronistas o no”, explicó el dirigente, que conoce los límites de su jefe político: las encuestas le asignan a Macri un alto grado de imagen negativa en la Capital, cosa que no ocurre en la provincia.
Macri comenzó a analizar la posibilidad de cruzar la General Paz luego de que algunas encuestas lo ubicaran tercero en la Capital, detrás de Elisa Carrió y Rafael Bielsa. Aunque en las elecciones porteñas del año pasado triunfó en la primera y quedó a siete puntos de Aníbal Ibarra en el ballottage, el presidente de Boca consolidó un alto porcentaje de imagen negativa, que le pone un techo muy nítido a su crecimiento. En la provincia, con un perfil del electorado diferente, el rechazo a Macri es menor, y la expectativa de crecimiento, mayor.
La alternativa se venía estudiando desde hace un tiempo, pero se adelantó a partir de la reunión que Macri mantuvo con Duhalde en la casona de Montevideo, donde funciona la sede de la Comisión del Mercosur. La primera consecuencia del cónclave fue clausurar, al menos por el momento, la posibilidad de un acuerdo con la otra estrella de la derecha, Ricardo López Murphy, con quien Macri venía conversando sobre la conformación de un gran frente opositor.
Ayer, el empresario le respondió al economista, que había calificado de “monstruo” a Duhalde. “Yo no veo la realidad en términos de monstruos o no monstruos. Estamos hablando de cosas que no corresponden y en tonos que corresponden menos todavía. Estoy viendo a gente de todos los partidos políticos para tender puentes, porque busco el diálogo y soy contrario a la confrontación permanente”, le respondió Macri.
Consultados por Página/12, los operadores de López Murphy aseguraron que no quieren profundizar la polémica con el empresario, pero que no creen que haya muchas posibilidades para un acuerdo y que seguirán trabajando en su postulación en la provincia. Su candidata en la Capital sería, en principio, su ex aliada Patricia Bullrich.
Al mismo tiempo, el posible pase de Macri a la provincia y los coqueteos con Duhalde abrieron una serie de especulaciones sobre el grado de apoyo que podría brindarle el ex presidente. Hasta ahora, todo indica que el caudillo bonaerense mantendrá su alianza estratégica con el Gobierno y que la poderosa estructura del PJ bonaerense se sumará a las listas que encabece Cristina Kirchner.
De ser así, Duhalde podría permitir, de modo más o menos explícito, que algunos dirigentes del aparato bonaerense se incorporen al proyecto de Macri. “Es una posibilidad: que apoye formalmente a Cristina pero permita que por abajo cada uno haga lo que quiera”, se entusiasman cerca del empresario.
La otra alternativa es que Duhalde deje de lado sus insinuaciones a Macri y juegue a fondo en su apoyo al Gobierno, impidiendo que algún sector de su enorme dispositivo emigre hacia otras opciones. En ese caso, Macri se vería ante el complicado desafío de disputar la campaña en la provincia sin el apoyo de al menos un sector del aparato peronista. “Va a ser difícil, pero tenemos chances si construimos un discurso amplio para buscar los votos de todos los sectores disconformes con el Gobierno. Quizá no alcance para ganar, pero sí para hacer un buen resultado”, explicaba un dirigente cercano al empresario.