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› LOS PLAZOS FIJOS DEL CORRALITO, CONVERTIDOS EN PAGARES
Yo sólo troco los montos por bonos
Si Duhalde no impide la iniciativa de Remes, la semana que viene podría quedar terminado el corralito si el Congreso aprueba una ley por la que los tenedores de plazos fijos, hoy prácticamente inmovilizados, cambiarán sus certificados por bonos en dólares.
Por Claudio Zlotnik y David Cufré
El próximo lunes el Gobierno enviará al Congreso un proyecto de ley que redefine otra vez las reglas de juego en el sistema financiero. Lo único que se mantiene inalterable respecto a las normas dictadas anteriormente por Domingo Cavallo y Jorge Remes Lenicov es que los cambios se hacen en respuesta a la presión de los bancos. El principal aspecto del proyecto que elaboran contrarreloj en el Poder Ejecutivo es la entrega de títulos públicos a todos los tenedores de plazos fijos.
Las entidades financieras aducen que ya no pueden seguir perdiendo capitales con las fugas que de un modo u otro se producen del corralito. Jorge Remes Lenicov y Mario Blejer escuchan dramáticas explicaciones de los principales exponentes de la banca extranjera y de la banca pública y privada nacional sobre lo “insostenible” de su situación. Dicen que más de un banco no podrá hacer frente a la devolución de depósitos y se verá obligado a cerrar. Como prueba muestran la suspensión que cayó anoche sobre el Scotiabank Quilmes (ver aparte). También reclaman a los gritos el feriado bancario, que por ahora Remes Lenicov y Blejer no quieren conceder.
Eduardo Duhalde era vicepresidente en 1989 cuando vio la luz el Plan Bonex. La reedición de ese programa se produce con el bonaerense como Presidente. En el Ministerio de Economía dan por hecho que el proyecto estará el lunes en el Congreso y tendrá sanción sumarísima a mediados de la próxima semana. Otras fuentes del Ejecutivo y parlamentarias ponían en duda la posibilidad de un trámite tan expeditivo, e incluso cerca de Duhalde se advertía que todavía hay mucho que discutir. “Después de lo que pasó con el decreto que frenaba los recursos de amparo nada es seguro”, recordó a este diario uno de los principales operadores de Duhalde en el Congreso, quien rechaza –junto a otros– la propuesta de Remes Lenicov. Por la mañana, el Presidente había declarado que no estaba “tan convencido” de cambiar depósitos por bonos y que “habría que tomarse una semanita y analizar”.
De todos modos, en Economía insistían en que por la tarde Duhalde terminó con las dudas –luego de prestar oídos al pedido de socorro de los banqueros– y avaló la aplicación del Plan Bonex. En principio, el proyecto que prepara Remes Lenicov, en colaboración con el Ministerio de Justicia, impone la entrega de bonos a los titulares de plazos fijos, pero se añaden otras medidas:
- Plan Bonus. Hasta ayer Remes Lenicov decía que “era probable, pero no seguro” que el canje de títulos públicos por plazos fijos fuera generalizado. La primera decisión era que la ley se limitara a los depositantes que recuperan su dinero con los recursos de amparo. Pero el ministro terminó aceptando el argumento de que es preferible dar un corte definitivo al corralito con una norma universal. Lo único que podrían elegir los ahorristas es cuál de los bonos tomarían. El menú de opciones lo compondrían los Bonus que ya existen, por lo cual el plan podría adoptar esa denominación. Hay tres tipos de bonos, uno a 5 años en pesos y otros dos a 10 años en dólares, con distintas formas de liquidación de intereses.
- Créditos por bonos. Como el Estado se haría cargo de los pasivos bancarios (los depósitos), para compensar se quedaría con algunos de sus activos. El primero serán los créditos garantizados que tomaron las entidades financieras en la Fase 1 del canje de deuda. Es decir que los bancos se desharán de títulos públicos de un Estado en default, y los atrapados en el corralito recibirán bonos de ese mismo Estado. Si los fondos de los créditos garantizados no alcanzan a cubrir la emisión de los nuevos títulos, el Estado también tomaría cartera crediticia de los bancos.
- Liberación de las restricciones a las cajas de ahorro y cuentas corrientes. En tren de terminar con el corralito, Economía dispondría ungradual retiro de las limitaciones para sacar efectivo de las cuentas a la vista. Ya no regiría el límite de los 1200 pesos mensuales y 300 semanales, sino que se elevaría el permiso hasta que la restricción desaparezca definitivamente.
- Indexación de cajas de ahorro y cuentas corrientes. En sintonía con la medida anterior, se estudia la aplicación del CER a las cajas de ahorro y cuentas corrientes, a fin de que los ahorristas tengan un incentivo a dejar la plata en el banco y no salgan corriendo a comprar dólares.
- Bonos para cajas de ahorro y cuentas corrientes. Otra idea respecto a las cuentas a la vista es dar la opción a los depositantes de que compren títulos públicos. Habría una emisión especial de bonos a 3 años, en dólares, y con la ventaja de que los títulos costarían 1,40 peso, pero a su vencimiento se saldarían en dólares. El objetivo es crear una alternativa de inversión que atraiga a los ahorristas, y evitar que todos los pesos que sacan del corralito los lleven a dólares. “Si en el mercado este bono se cotiza al 50 por ciento de su valor nominal, con el precio que hoy tiene el dólar ya es negocio”, explicaba a este diario un hombre de Economía, confiado en que “estamos encontrando una solución definitiva al problema del corralito”.
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