El conflicto con los maestros bonaerenses tiene a mal traer al gobernador y ayer tras reunirse con el presidente Néstor Kirchner, tensó la cuerda. Felipe Solá consideró que es “una locura” que los gremios docentes continúen con jornadas de paros y consideró que “un sueldo de 790 pesos por cuatro horas de trabajo no es poco significativo”. Solá advirtió que los maestros nucleados en el Frente Gremial están “perdiendo puntos con los padres” por su plan de lucha y desestimó la posibilidad de extender el ciclo lectivo para recuperar las clases no dictadas por el paro docente. “Si esto se extendiera me parece una locura. Estamos teniendo paro frente a una propuesta que hicimos con un enorme esfuerzo para que ningún maestro estuviera bajo la línea de pobreza a partir del año que viene y se nos dijo que ya no podían parar el paro”, se quejó en alusión a la medida de fuerza de anteayer. Pocas horas más tarde, la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) anunció la suspensión de todas las medidas de fuerza al menos hasta el próximo 16 de noviembre, cuando evaluará la propuesta de aumento salarial a los docentes elevada por el gobierno provincial. “Se abre un plazo de siete días hábiles para revisar y ajustar con el gobierno la propuesta de recomposición salarial”, explicó la titular de la FEB, Mirta Petrocini.