EL PAíS
› AL CIERRE DEL COLOQUIO DE IDEA, EL ESTABLISHMENT HABLó POR BOCA DE OSCAR VICENTE DE DIGNIDAD SOCIAL, INCLUSIóN Y HACER ALGO POR LOS DESEMPLEADOS.
Los empresarios descubren que el progreso tiene que ser para todos
Luego de la obsesión por el presupuesto equilibrado y por la teoría del derrame que marcó los ‘90, los principales empresarios de la Argentina cambiaron su visión de las cosas. “Hemos llegado a un primer consenso: que el progreso no es tal si no es para todos”, aseguró en Mar del Plata Oscar Vicente, sintetizando la conclusión central de los debates del 40º Coloquio de IDEA.
Según dijo Vicente, de Petrobras, el desarrollo “exige la dignidad del ser humano, pero también involucra una cuestión práctica, ya que sin inclusión no hay progreso, y para que el progreso sea sustentable, una condición indispensable es la creación permanente de valor. Crecer es una obligación para volver a dar cabida a nuestros compatriotas que, afectados por la pobreza y el desempleo, quedaron afuera del sistema económico”.
Las definiciones de Vicente no deben ser leídas como declaraciones a título personal, sino como la posición consensuada de los principales empresarios del país reunidos en Mar del Plata, resumidas en un documento. Luego del colapso económico del 2001, marcan un cambio rotundo con la concepción hegemónica de la década pasada, cuando la mayoría de los integrantes del poder económico defendía la tesis del derrame: la idea de que el crecimiento y la mejora de un sector redundaría a la larga en beneficios para toda la sociedad.
Además, el documento de cierre del congreso de IDEA incluye un párrafo dedicado a los programas sociales, un tema conflictivo desde que algunos sectores de la Iglesia cuestionaron el Plan Jefas y Jefes de Hogar con el argumento de que desincentiva la búsqueda de trabajo. Como resultado de la polémica, el Gobierno anunció cambios parciales en la política social. En Mar del Plata, los empresarios expresaron un apoyo –crítico, pero apoyo al fin– al Plan Jefas y Jefes de Hogar. “En lo inmediato la crisis exige transitoriamente algunos paliativos bajo la forma de subsidios directos o empleos de baja productividad, que no deberían entrar en colisión con el rumbo de largo plazo”, dijeron.
Las conclusiones empresariales se produjeron luego del discurso del ministro de Economía, Roberto Lavagna, que los decepcionó al asegurar que las retenciones se mantendrán en el futuro, ya que no se trata de impuestos distorsivos, y no descartó posibles aumentos por decreto si las empresas no suben los salarios.
En el terreno estrictamente económico, los empresarios aseguraron que buena parte del repunte económico se explica por el favorable contexto internacional, que contribuyó a crear “una ventana de oportunidad” para el desarrollo de la Argentina. “No sólo por la coyuntura de crecimiento económico simultáneo de los países desarrollados y los emergentes sino también por el repunte de las cotizaciones de las materias primas por la demanda de China e India, los gigantes que están emergiendo en el escenario económico mundial”, explicaron.
Representantes del poder económico al fin y al cabo, los empresarios reunidos en IDEA reclamaron “una voluntad permanente de la administración de recursos y no abandonar la disciplina que se ha logrado. Así como en su momento la sociedad argentina coincidió en no apelar a la financiación inflacionaria de los déficit, hoy hemos aprendido duramente que tampoco el endeudamiento es una solución duradera, por lo que se debe mantener un excedente fiscal de largo plazo que atienda a los requerimientos de la deuda reestructurada”.