EL PAíS
› RENUNCIO EL MINISTRO DE ECONOMIA. NO LOGRO APOYO DEL CONGRESO NI DEL FONDO MONETARIO
Remes se fue y dejó un vacío difícil de llenar
La crisis por la salida del jefe de Economía disparó una ronda de nombres que no alcanzaron consenso entre los gobernadores, elevados a jueces de la situación. Alieto Guadagni, propuesto por Duhalde, fue rechazado. González Fraga, postulado por Reutemann, no aceptó. Petrei, Gutiérrez y Lavagna, candidatos.
› Por David Cufré
El rechazo del Congreso al Plan Bonex fue el último de los cachetazos que recibió Jorge Remes Lenicov antes de su partida, pero el alejamiento de quien fue el economista predilecto de Eduardo Duhalde por más de una década quedó sellado en su último viaje a Washington. El ex jefe del Palacio de Hacienda no pudo torcer el rumbo de una negociación que se encaminaba hacia el fracaso, y las urgencias políticas de un Gobierno que se queda sin oxígeno lo dejaron sin tiempo para seguir intentando. A las 11 de la noche del lunes, pocas horas después de su regreso de Estados Unidos, Remes Lenicov mantuvo una larga conversación con Duhalde en la que se acordó su renuncia. De su reemplazante, al cierre de esta edición, todavía se desconocía el nombre. La descomunal crisis política impidió que emergiera un candidato con consenso.
Duhalde necesita probar con una receta distinta a la de Remes, pero el desconcierto en la cúpula del Poder Ejecutivo era tal que ayer parecía verosímil tanto la convocatoria al ultraortodoxo Guillermo Calvo, como al ex asesor de Alan García Daniel Carbonetto, o al ex presidente del Banco Central durante el primer menemismo, Javier González Fraga. Sin embargo, de ese cóctel surgió otro nombre que hasta entrada la noche parecía que se quedaría con el puesto, el de Alieto Guadagni. La falta de acuerdo con los gobernadores trabó su elección. Además, referentes importantes de los bloques de senadores y de diputados peronistas, empezando por sus presidentes, José Luis Gioja y Humberto Roggero, se opusieron a su designación enfáticamente.
Duhalde, cada vez más desdibujado, no consiguió imponer a Guadagni, y tuvo que resignarse a un debate sobre quien será el ministro de Economía que lo acompañe. Queda claro que el espacio de poder que conserva el Presidente es muy estrecho. Carlos Reutemann presionó durante todo el día para que González Fraga accediera al Palacio de Hacienda, pero el economista rechazó el convite. Por su parte, José Manuel de la Sota impulsa al economista cordobés Humberto Petrei, quien fue asesor de Roque Fernández. En un último gesto de resistencia, Duhalde tiró sobre la mesa el nombre de Ricardo Gutiérrez, actual presidente del Banco Provincia y ex secretario de Hacienda de Domingo Cavallo. Otro candidato que podría tener posibilidades es Roberto Lavagna, ex secretario de Industria de Alfonsín y actual embajador ante la Unión Europea.
Más allá de quien se imponga en la disputa, el Presidente está convencido de que se debe fijar el tipo de cambio. Las especulaciones más fuertes eran que se establecería en 2,90 pesos por dólar, aunque otras versiones indicaban que los gobernadores postulaban ubicarlo en 2,50. “No se puede manejar la economía con el dólar como amenaza permanente”, dijo Duhalde durante la tarde en Olivos, frente a legisladores, sindicalistas y gobernadores. Hace días que el Presidente se lamenta por la decisión de haber dejado flotar el tipo de cambio. Fue una imposición del FMI que el Gobierno aceptó para destrabar las negociaciones, según coinciden fuentes del ala política y del ex equipo económico. Ahora que estalló la estrategia de Remes Lenicov, Duhalde quiere fijar el tipo de cambio y disponer también retenciones fijas para las operaciones de comercio exterior.
La historia de un día en que Duhalde quedó más a la deriva que nunca comenzó con el rechazo de los senadores al Plan Bonex. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, estuvo cuatro horas con el bloque oficialista intentando cambiar una decisión que ya había sido tomada. Cuando se confirmó que no habría sesión en el Congreso, comenzaron las especulaciones de recambio de gabinete y se mencionó la posible salida de Remes Lenicov. Sin embargo, el economista platense ya había renunciado la noche anterior.
“Me desautorizás por los diarios, no me apoyás, y encima me corrés con Carbonetto. No me podés correr por izquierda, correme con Calvo no con Carbonetto”, se quejó, entre enojado y agotado, Remes Lenicov anteanoche. El verdadero motivo de su alejamiento, más allá del desgaste que tuvo la relación entre el economista y el Presidente en los últimos días, fue el fracaso en la negociación con el FMI. Junto con Remes se fue todo su equipo.
Duhalde tardó en definir a quién quería como sucesor de Remes. Fuentes de su entorno mencionaron opciones tan opuestas como las de Calvo y Carbonetto. Pero el nombre que emergió a lo largo del día fue el de Guadagni. Reutemann, De la Sota, senadores y diputados peronistas se opusieron a su designación, lo que derivó en largas discusiones en la Quinta de Olivos. Conspiró contra Guadagni el hecho de que se recordara la jubilación de privilegio de 3607 pesos que cobra desde hace 34 años, una vez que cumplió los 36. Con protestas sociales crecientes, que un tema tan irritante como ése apareciera en la tapa de los diarios podía tener consecuencias incalculables. Duhalde recordó que a Rodríguez Saá lo sacudió un cacerolazo por haber nombrado a Carlos Grosso como su asesor.
Cerca de la medianoche, González Fraga parecía que había surgido como ganador de la disputa por la sucesión de Remes, gracias a los oficios de Reutemann. Pero el vocero presidencial, Eduardo Amadeo, confirmó que el economista rechazó la invitación. Al cierre de esta edición, Duhalde habría propuesto a Gutiérrez, pero el día se fue sin ministro. Lo único claro es que el gobierno de Duhalde está en terapia intensiva.
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