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Para el cura y represor
Los vecinos de Villa del Parque que ignoraban que en el barrio vivía un cura represor, ahora lo saben. La Mesa de Escrache Popular marchó ayer desde San Martín y Juan B. Justo para escrachar al párroco Mario Hugo Bellavigna. La historia del sacerdote fue revelada por Página/12: durante la dictadura se desempeñó en el penal de mujeres de Villa Devoto como confesor de detenidas que habían sido torturadas, se negaba a atender a las presas enfermas y recomendaba días de castigo. Bellavigna formó parte de la “comisión interdisciplinaria” de esa penitenciaría entre 1978 y 1982 y desde ese lugar –bajo las órdenes de Guillermo Suárez Mason, que comandaba el Primer Cuerpo de Ejército– ofrecía informes sobre la “recuperabilidad de las presas”. Junto a la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Villa del Parque, la Mesa de Escrache repudió a este párroco, que suele oficiar su misa en la Iglesia de Santa Inés, ubicada en Avalos 250, en La Paternal, y que vive en Cuenca 3446, tercer piso. Actualmente, Bellavigna es además miembro de Cáritas, donde se desempeña como vocal.