Un militante de la Central de Trabajadores Argentinos, Esteban Armella, de 33 años, murió ayer a la mañana y la CTA denunció que fue por haber recibido una golpiza en la Brigada de Investigaciones de la policía de Jujuy. Armella había sido detenido el lunes pasado en las inmediaciones de su casa, en el barrio Belgrano, donde funciona un comedor. El motivo de la detención fue “averiguación de antecedentes”, según informó la secretaria adjunta de la CTA Jujuy, Milagros Sala. En la comisaría, denunció la Central, Armella fue golpeado por un policía cuyo sobrenombre es “Rompehuesos”. Los golpes le produjeron hematomas, el más grave entre la nuca y el costado derecho de la cabeza. El martes fue trasladado de urgencia al hospital, donde permaneció cinco días en coma cuatro y estado vegetativo. Intentaron estabilizarlo con una operación de urgencia, sin éxito, y ayer murió. Sus familiares difundieron un parte médico que indica que los golpes le produjeron hematomas. Anoche Página/12 se comunicó con uno de los principales dirigentes de la CTA, Pablo Micheli, quien regresaba de Rosario del lanzamiento de una alianza con el socialismo y el PC. “Era un afiliado de la Central. Cuando salió de la comisaría se sintió mal, lo internaron. Había recibido golpes. Un testigo comentó que al policía que lo golpeó le dicen Rompehuesos”, denunció Micheli. Tras la muerte del militante, dirigentes de la CTA de Jujuy se reunieron con el jefe de la policía, Néstor Caffagi. El caso está en manos de la jueza de instrucción Delia Filomena Ortiz, quien ordenó que le realizaran una autopsia al cadáver. Esta muerte se suma a una tradición de “mano dura” de la policía jujeña –que reprimió brutalmente manifestaciones de estatales– y complicará la relación entre Néstor Kirchner y el gobernador Eduardo Fellner, uno de los más kirchneristas dentro del PJ.