EL PAíS
› SERA REELECTO POR CUARTA VEZ PRESIDENTE DE LA CAMARA BAJA
Camaño, el elegido de Duhalde
En la sesión de hoy, el bonaerense Eduardo Camaño conseguirá su reelección al frente de la Cámara de Diputados. También se mantendrá el reparto de cargos con las restantes bancadas.
› Por Eduardo Tagliaferro
En el peor momento de la relación entre Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde, desde la Casa Rosada no ocultaron su deseo de reemplazar al bonaerense Eduardo Camaño de la presidencia de la Cámara de Diputados. “Soy duhaldista y Kirchner lo sabe”, se jactó Camaño en una entrevista periodística. El tiempo decantó, los fuegos de artificio se desvanecieron en el aire y hoy, por cuarta vez consecutiva, Camaño será reelecto al frente del cuerpo.
En esos días de declaraciones cruzadas, de silencios y de apuestas a la construcción transversal, Camaño no ocultaba que una barra de hielo lo separaba de Kirchner. También repetía aquí y allá que “trabajaba para el Gobierno” y que lo suyo era conseguir la sanción de la mayor cantidad de proyectos enviados por el Ejecutivo. El quilmeño presidía y preside el Congreso Nacional del PJ. En esa función le tocó manejar aquel cónclave en el que Cristina Fernández de Kirchner criticó “a las militantes que ostentan portación de marido”, en referencia a Hilda “Chiche” Duhalde.
En aquella ocasión, Camaño no mostró la misma firmeza que suele tener en la Cámara baja cuando apura la sanción de las normas, cuando de manera incomprensible lee los títulos de los proyectos y da por aprobados los temas con mayor rapidez que la que los diputados emplean en bajar sus manos alzadas. Estar al frente de aquel encuentro partidario sumó otro ladrillo en la pared que se construye entre él y Kirchner.
Los ladrillos no terminaron siendo un muro. La cerrada adhesión que tiene con Duhalde no se tradujo en dificultades para el Gobierno. En parte por la holgada mayoría que el justicialismo tiene en Diputados, y en parte por sus rápidos reflejos, el Gobierno sorteó sin problemas las iniciativas más críticas. El quórum reglamentario es de 129 diputados, el PJ tiene 130 escaños propios. Claro que las internas del peronismo se juegan con una visceralidad y una fuerza que ponen en evidencia que en la mayoría de las ocasiones el verdadero enemigo anida dentro.
Pero, por las dudas, Camaño supo construir aceitados vínculos con otros bloques. Especialmente con los de la derecha, nucleados en el denominado Interbloque Federal, espacio que cobija a seguidores de Ricardo López Murphy, en sus distintas variantes, desde bussistas hasta ex procesistas o alguna rara avis electa por la UCeDé. Con el guiño de Camaño, ellos ocupan la vicepresidencia tercera del cuerpo y se impusieron el año pasado a la candidatura que para ese puesto había presentado el puntano Adolfo Rodríguez Saá con el respaldo de 14 diputados reunidos con el nombre de Interbloque Provincias Unidas.
La sesión preparatoria en la que Camaño será reelecto no tendrá sobresaltos. Se descartan los comentarios elogiosos que recibirá desde distintas bancadas. Algo que el bonaerense consiguió con mucha muñeca y también gracias al poder que maneja desde hace cuatro años. No lo objetarán ni siquiera los kirchneristas. Al igual que la mayoría de los bloques, suelen reivindicar la gestión y los buenos oficios de Camaño. Cosa que repiten en privado hasta aquellos que en público lo enfrentan.
Todo continuará igual. El santacruceño Eduardo “Chiquito” Arnold, ex interventor estatal de los yacimientos mineros de Río Turbio, será el vicepresidente primero; el radical Fortunato Cambareri será el vice segundo y Encarnación Lozano, del Movimiento Popular Neuquino, será la vice tercera. En esta ocasión no habrá ningún realineamiento que intente disputarles a los Federales su puesto, pese que la tercera fuerza del cuerpo es la del ARI. La coalición de las fuerzas de derecha logra juntar más votos.
El equilibrio de fuerzas que mantiene unido al Interbloque Federal estuvo a un tris de romperse cuando se discutió la Emergencia Económica. El oficialismo obtuvo el quórum cuando se sentaron diputados del bussismo, del Partido Renovador de Salta y también un neuquino del MPN. La movidaresintió las relaciones pero, para tranquilidad de Camaño, el agua no llegó al río. Mañana, ellos también votarán al bonaerense.