“Es un triunfo del justicialismo, producto del diálogo y el entendimiento entre todos los sectores”, aseguró ayer el gobernador de Santa Fe, Jorge Obeid, cuando lo consultaron por la decisión de la Legislatura provincial de derogar la polémica Ley de Lemas.
El martes pasado, luego de trece años de cuestionada vigencia, las Cámaras provinciales terminaron el arduo trámite de derogación de la Ley de Lemas, que fue reemplazada por un sistema de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, luego de que el Senado no lograra los dos tercios que necesitaba para insistir con modificar un proyecto que fue votado dos veces por Diputados.
Ayer, en la primera reacción luego de que se conociera la noticia, Obeid informó que el decreto con el que promulgó la derogación fue firmado junto a su ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, y la vicegobernadora, María Eugenia Bielsa, y recordó que la derogación fue una promesa de su campaña electoral. “No hubo proyectos para derogar la Ley de Lemas de parte de la oposición. Se escucharon algunas protestas, pero el proyecto es justicialista”, explicó el gobernador.
La Ley de Lemas, establecida por primera vez para las elecciones de 1991, les permitió a los candidatos justicialistas triunfar en tres oportunidades a pesar de no haber obtenido la mayoría de los votos: en 1991 Carlos Reutemann se quedó con la gobernación a pesar de que el radical Horacio Usandizaga obtuvo más votos; en 1995 sucedió lo mismo, pero con Obeid; y el año pasado, otra vez Obeid se quedó con el cargo, aunque el más votado había sido el socialista Hermes Binner.
Ayer, el gobernador descartó las hipótesis que indicaban que el peronismo podría verse perjudicado electoralmente con la decisión. “El justicialismo se verá fortalecido. Cumplimos la etapa de una reforma en la provincia, ahora vendrá la reforma constitucional, es una transformación de toda la política para volverla más creíble, transparente, para convocar la mayor cantidad de gente para que participe”, concluyó.