Ayer, pasado el mediodía, el ex diputado Gustavo Gutiérrez y el legislador del ARI Adrián Pérez solicitaron al juez federal Rodolfo Canicoba Corral que proceda a detener al actual copropietario de Canal 9, Raúl Juan Pedro Moneta. El pedido fue disparado por el artículo publicado el lunes por Página/12 donde se reveló que el Banco Central de Bahamas había hecho llegar la confirmación formal de que el Federal Bank, la entidad offshore que permitió dibujar el circuito por el que fluyeron miles de millones de dólares, pertenece a Moneta, su tío Benito Jaime Lucini y su primo Pablo Lucini. Gutiérrez y Pérez sostienen que existen ya pruebas suficientes de que el ex banquero es cabeza de una asociación ilícita.
Gutiérrez y Pérez demandan que se los tenga por querellantes y tanto Moneta como los dos Lucini sean llamados a prestar declaración indagatoria, tras lo cual deberán dictarse sus procesamientos con prisión preventiva. Recuerdan también que, en su condición de diputados nacionales y miembros de la Comisión Investigadora de Lavado de Dinero, Gutiérrez y Elisa Carrió se presentaron en los inicios del expediente, aportando datos y solicitando medidas de prueba. Esa comisión, de la que Adrián Pérez formó parte como asesor, había investigado “específicamente las relaciones existentes entre el Grupo Moneta y el Federal Bank Ltd.”, puesto que de los informes elaborados por inspectores del Banco Central de la República Argentina y posteriormente por el subcomité permanente del Senado de los Estados Unidos se derivaba la fuerte sospecha de que el Federal Bank no era sino un shell bank –banco pantalla– utilizado por Moneta y Lucini para sus maniobras financieras.
La presentación señala, asimismo, que en febrero de 1999 Benito Lucini, Moneta, Jorge Enrique Rivarola, Jorge Saúl Maldera, Carlos Alejandro Molina y Juan Carlos Bietti (directivos del Banco República) declararon bajo juramento que ni éste “ni sus directores, ni sus accionistas poseen participaciones accionarias a título propio o a través de terceras personas físicas o jurídicas, facultades de administración, poderes otorgados, intereses económicos de cualquier índole o vinculación directa, indirecta o de ningún tipo con la sociedad denominada Federal Bank Limited radicada en Nassau, Bahamas, con domicilio legal en Bolam House-King & George Streets, PO Box 4843...”. El texto expresa que el grupo habría cometido ilícitos de toda índole: desde delitos tributarios de evasión al fisco hasta lavado de dinero proveniente de actividades ilícitas y concluye: “El denominado ‘Grupo Moneta’ está compuesto por un grupo de personas organizadas para cometer distinto tipo de delitos, en especial desvío de fondos hacia el exterior para luego traerlos como dinero lavado”. Además de las detenciones de los involucrados en la causa, Gutiérrez y Pérez piden que se libren oficios a la AFIP “a fin de que remita las declaraciones juradas de los impuestos a los Bienes Personales y Ganancias de Raúl Juan Pedro Moneta a fin de verificar si incluyó en ellas la propiedad accionaria del Federal Bank Ltd.” al Comfer para que se expida “respecto de la titularidad de la licencia de Canal 9, cuál es la composición accionaria de la sociedad titular del canal, su origen y la autorización de fondos” y, por último, al Banco Central de la República Argentina para que aclare “cuál es el estado de las garantías reales que esta entidad tiene sobre el edificio del Banco República por los redescuentos otorgados antes del cese de sus actividades”.
Cabe precisar que el domicilio del Federal Bank (PO Box 4943) no es sino una casilla de correos. Casualmente la misma que dio como domicilio Mayflower, la offshore del caído Banco Mayo por la que también fueron y volvieron muchos millones de dólares. La certificación de la titularidad del Federal Bank por parte de Moneta, su tío y su primo llegó a Buenos Aires a fin de octubre, gracias a las gestiones efectuadas por Marcos Moiseeff, gerente de Jurídicos del Banco Central. De inmediato, Moiseeff comenzó a ser objeto de una persistente campaña difamatoria por parte de Edición i, continuadora de El Guardián, la revista-basura que Moneta cerró en señal de buena voluntad al hacerse cargo de Canal 9.