A tres años de su salida del gobierno, el ex presidente Fernando de la Rúa deslizó una tímida autocrítica sobre algunas de las decisiones de sus últimos días en la Casa Rosada. “Fue un error político, el más grave, porque la gente entendió que frente a eso debería responder con una protesta ruidosa que la admito, la acepto”, dijo sobre el decreto que con su firma implantó el estado de sitio el 19 de diciembre de 2001 en medio de saqueos a comercios, supermercados y de protestas sociales.
En declaraciones a Radio América, De la Rúa igual volvió a repetir su teoría sobre los motivos que terminaron con su mandato: “Una violencia organizada para provocar una crisis política”. También aseguró que, en “iguales circunstancias”, volvería a renunciar porque así “evitó un golpe de Estado”, aunque sentó “un mal precedente para el país y su partido”.