Acostumbrado durante años a ocupar el centro del escenario, Carlos Menem todavía no llegó a La Rioja y ya intenta sacudir el tablero político. “Vamos a trabajar en un frente de oposición para que la democracia sea plena”, dijo ayer el ex presidente, y mencionó como posibles aliados a Jorge Sobisch y Ricardo López Murphy. Las reacciones fueron dispares. El gobernador neuquino, viejo amigo de Menem, se mantuvo en silencio, mientras que el líder de Recrear salió presto a despegarse, consciente de que cualquier acercamiento público con el ex presidente es un riesgo. “No voy a caer en esas redes”, aseguró López Murphy.
Luego de la decisión de la Justicia de permitir su retorno y a un día de su promocionado regreso a La Rioja, Menem salió ayer a explicar sus planes para el futuro. Lo más sustancioso fue la decisión de avanzar en un acuerdo con otras fuerzas políticas. “Mientras no haya oposición no hay democracia, y por eso vamos a trabajar en un frente opositor”, explicó el riojano. Agregó que su plan consiste en prepararse para las elecciones internas del justicialismo para luego pelear la presidencial. “Después, en el 2007, estaremos en la línea de largada para competir por la Presidencia de la Nación”, concluyó.
Entre los posibles aliados, Menem mencionó a López Murphy y a Sobisch. Conviene ir por partes.
El gobernador neuquino anunció su decisión de pelear la presidencia en 2007 como líder de los sectores que en su momento respaldaron a Menem. Es más, visitó al riojano en su refugio trasandino y designó a Ester Schiavoni como su virtual jefa de campaña. Ex titular del Consejo de la Mujer durante el último tramo de la gestión Menem, Schiavoni es la encargada de recorrer el país buscando incorporaciones para la candidatura de Sobisch. Ayer, el gobernador no reaccionó públicamente ante la insinuación de su amigo, pero lo cierto es que no descarta una alianza.
La situación de López Murphy es más compleja. Aunque en un principio no quería saber nada con el peronismo, el ex ministro comenzó a aceptar la idea de sumar a su candidatura bonaerense a algunos sectores del PJ, con la condición de que no formaran parte de lo que él denomina como el eje duhaldista-kirchnerista. Lo que queda, claro, es el menemismo: el líder de Recrear invitó a un seminario de su partido a Paola Spátola, la experta en seguridad que asesoró a Menem en la campaña de 2003, y el viernes pasado encabezó un acto en La Matanza organizado por el concejal menemista Abraham “Toto” Delgado y el ex asesor de Carlos Ruckauf, Gustavo Alvarez.
A pesar de estos acercamientos, ayer López Murphy se apuró a descartar públicamente cualquier posibilidad de alianza con Menem. “Estamos cohesionando fuerzas para construir una alternativa sin mirar para atrás, y Menem está en el pasado. No hay una alianza y no estamos en charlas con él. Hemos competido en las presidenciales y tenemos una visión diferente del mundo y de lo que hay que hacer con el país”, aseguró.
En voz baja, los operadores de López Murphy explicaban el énfasis de la negativa. Según decían, la idea es sumar a dirigentes menemistas de segunda línea, con algún poder territorial, que contribuyan a fortalecer la candidatura del líder de Recrear, pero no aparecer públicamente como un aliado de Menem. “Eso no tiene ningún sentido. Además, López Murphy considera que algunos referentes menemistas importantes, como Eduardo Menem, forman parte del dispositivo peronista, y de hecho votó todo lo que pidió el Gobierno”, explicaban ayer.
Además de referirse a López Murphy y a Sobisch, Menem habló sobre su archienemigo Eduardo Duhalde. “La relación hoy está congelada y no hay nada que permita avizorar algún tipo de acercamiento. Pero como la política es el arte de lo posible, uno nunca descarta una decisión de este tipo”, señaló el ex presidente, que concluyó explicando los motivos de su vuelta a La Rioja. “Bajo ningún concepto voy para perjudicar a mi provincia, sino que voy para fortalecer la democracia, la libertad y lo que ello significa en mi país, en mi patria.”