En la danza de los nombres que se incorporarán al gabinete, funcionarios de la Casa Rosada dejaron trascender anoche uno tan interesado como sorprendente: el de Graciela Camaño. Es más, dijeron que la diputada nacional, y crítica del Gobierno, podría tomar los hilos del PAMI en reemplazo del actual interventor, José Manuel Corchuelo Blasco, cuya renuncia es analizada por el presidente Eduardo Duhalde.
El dato corrió como reguero de pólvora y abrió lugar a todo tipo de especulaciones. Camaño no le ha dispensado el mejor trato a Duhalde en las reuniones mantenidas a lo largo de la última semana en Olivos. Es más, según versiones periodísticas, hasta lo llamaba “senador” en vez del protocolar “presidente”.
Camaño es la mujer del senador Luis Barrionuevo, que hizo fama con frases rutilantes como aquella de “dejar de robar por dos años” para que la Argentina vuelva a estar de pie. Sin embargo, el sindicalista dijo una que para el Gobierno es peor: la necesidad de adelantar los comicios generales para todos los cargos.
En ese contexto, la mención de la legisladora, durante una charla que un grupo de duhaldistas mantuvo ayer en Olivos, no es ociosa. Y podría interpretarse en varias direcciones:
u Una, que exista en algunos sectores una verdadera intención de “contratarla” y que el simple blanqueo de la idea la haga naufragar indefectiblemente.
u La otra, que se trata de una mera provocación, a raíz de las diatribas que la diputada le dedica a Duhalde, a quien en los pasillos del Congreso suele cuestionar por su falta de poder, además de acusarlo de dejarse arriar por los gobernadores.
u Un tercer razonamiento indica que la decisión de sumarla a “alguna área social, que puede ser el PAMI” –como dijo anoche un alto funcionario a Página/12– sea un ardid para intentar “neutralizar” a la legisladora y con ella a Barrionuevo, cuya relación con Duhalde es oscilante.
¿De qué le serviría a Duhalde tener a Camaño en el PAMI? En principio, el Presidente tiene que resolver un conflicto en un organismo donde el presupuesto no alcanza para nada y donde Barrionuevo tiene, desde hace tiempo, un especial interés.
Al sindicalista gastronómico siempre le endilgaron el manejo de la obra social de los jubilados a través de distintos testaferros. La acusación fue extensiva a Enrique “Coti” Nosiglia, un hombre de consulta permanente en el Gobierno.
Barrionuevo fue uno de los hombres que participó de una reunión “chica” con Duhalde en Olivos, a la que también se sumaron dirigentes de la CGT oficial que encabeza Rodolfo Daer. Nadie nunca supo qué fue exactamente lo que allí hablaron los muchachos.
El senador hace rato que está enfrentado a Corchuelo Blasco, quien a lo largo de su intervención corrió de puestos estratégicos a algunos de los hombres de “Luisito”. Tantos tiras y aflojes le habrían hecho dar un paso al costado, tema del que está al tanto el ministro de Salud, Ginés González García, un funcionario del “palo” sindical.
La incógnita sobre el ingreso de Camaño al gobierno será, de todos modos, develada esta misma semana. Según informaron a Página/12, Duhalde quiere llegar al fin de semana con su gabinete totalmente renovado.
Además de Economía, donde Roberto Lavagna reemplazó a Jorge Remes Lenicov, los cargos en los que se esperan nuevos aires son la Jefatura de Gabinete y el Ministerio de la Producción, que actualmente ocupan Jorge Capitanich y José Ignacio de Mendiguren.
En cambio, donde todavía hay dudas es en el Ministerio del Interior, a cargo de Rodolfo Gabrielli, y la SIDE, de Carlos Soria. Para todos los puestos, los nombres en danza son numerosos. Pero entre los más mencionados aparecen el manzanista Jorge Matzkin, el funcionariodelasotista Juan Schiaretti, el legislador José Alperovich, el gobernador pampeano Rubén Marín, con quien insisten pese a sus insistentes negativas, y hasta el propio Soria, quien se mudaría de lugar.