Por lejos, Carlos Menem es el dirigente peor posicionado para las elecciones presidenciales del año que viene. Según una encuesta encargada por el Gobierno, y que esta semana se leyó con interés en algunos despachos vecinos a los del presidente Eduardo Duhalde, más de la mitad de los habitantes de Capital y el Conurbano dijo que no votaría a Menem para presidente. En el poco halagador podio, lo siguieron –aunque bastante más lejos– Duhalde, Aldo Rico, Carlos Ruckauf y Mohamed Alí Seineldín. Por otro lado, dos mujeres, Elisa Carrió e Hilda “Chiche” Duhalde, aparecen encabezando las mediciones de imagen positiva.
El sondeo que la Rosada le encargó discretamente a la consultora Equis que dirige Artemio López proponía que los consultados eligieran a quién no votaría para presidente. El resultado no será muy bien recibido en Anillaco porque la voluntad de los sectores medios y medio alto determinó que el más votado fuera Menem con el 51,4 por ciento. No obstante, el trabajo tampoco tranquilizará a los colaboradores del actual Presidente porque Duhalde aparece inmediatamente debajo, aunque con poco más de la mitad de las respuestas que su archirrival: 27,1 por ciento.
Más atrás en la grilla negativa, los siguen el intendente de San Miguel, Aldo Rico, con el 23,1 por ciento de los rechazos, también con mayor preponderancia de los sectores medios y altos. En cambio, el canciller Carlos Ruckauf recoge resistencias parejas en todas las clases sociales hasta llegar al 18,5 por ciento. Mientras, el detenido ex militar golpista Mohamed Seineldín llega al 17,6 por ciento.
La encuesta fue realizada entre el 10 y el 12 de abril pasado en Capital Federal y partidos del primer y el segundo cordón del Gran Buenos Aires sobre una muestra de 960 casos.
Dentro de los varios tópicos consultados en el trabajo se midió también la imagen de los dirigentes presidenciables. Con el impresionante nivel de descrédito de la clase política como fondo, hubo sólo tres políticos en los que la imagen positiva superó la negativa: Carrió, Chiche Duhalde y el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner. Carrió y Chiche fueron quienes cosecharon más respuestas positivas –36,6 y 33,7 por ciento, respectivamente–, pero también, dado el alto nivel de conocimiento que tiene la gente de ambas, tuvieron una importante imagen negativa. En tanto, Kirchner tuvo un 20,7 por ciento de imagen positiva, pero sólo el 14,8 por ciento de imagen negativa, lo que le dejó casi un 6 por ciento y consiguiendo, así, la mejor diferencia a favor.
También hubo un cuadro en el que se midió intención de voto a presidente. Como es habitual, la grilla la encabezó el “no sabe / no contesta”. Entre los votos afirmativos ganó Lilita Carrió con el 11,2 por ciento. Curiosamente, los votantes de la diputada del ARI se localizan en las dos puntas del arco social: la eligieron mayoritariamente los pobres y los sectores altos. En segundo lugar aparece Duhalde con el 9,3 por ciento, con muchas más voluntades cosechadas en el Conurbano que en Capital y entre las clases bajas que en las restantes. Lo contrario sucede con el tercero de la grilla, el diputado trotskista Luis Zamora, quien obtiene su 8,3 por ciento gracias a los apoyos porteños y a la simpatía que su figura obtiene en sectores medio alto y alto. Más parejos en cuanto a la obtención de votantes vienen detrás el gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann, con el 7,7 por ciento, y Kirchner, con el 6,9 por ciento.