“Fue una orden de (Eduardo) Duhalde de contar con una caja negra de fondos públicos para utilizarlos en la interna partidaria.” Con estas palabras, el diputado Raúl Pérez, acompañado por el resto de los legisladores que responden a Felipe Solá, salió ayer a cuestionar la decisión de los diputados provinciales del duhaldismo de votar un incremento del presupuesto de la Cámara baja de 33 millones de pesos. La disputa, que motivó una réplica de Osvaldo Mércuri y continuará hoy, esconde la pelea entre el gobernador y el duhaldismo de cara a las elecciones de octubre.
El último capítulo de la pelea interna del peronismo bonaerense ocurrió el 29 de diciembre, en una sesión extraordinaria que se prolongó hasta la madrugada y en la que el bloque duhaldista le propinó un golpe sorpresivo a Solá: en lugar de votar el presupuesto tal cual fue diseñado en el Ejecutivo, los legisladores modificaron la norma y eliminaron los artículos que le permitían al gobernador transferir partidas, al tiempo que redujeron de 14 mil a 7 mil los cargos que el Poder Ejecutivo tenía previsto incorporar este año.
En público, los diputados duhaldistas argumentaron que la situación de emergencia que justificaba esas facultades ya no existía. Por lo bajo, sin embargo, reconocieron que la movida fue una señal a la interna del PJ. Poco antes, Duhalde había gestionado una solicitada en la que un grupo de seguidores le manifestaban su apoyo, en directa respuesta a la decisión de Solá de lanzar una línea interna, que además de apuntar a la construcción de un espacio interno propio buscaba constituirse en un apoyo a la can- didatura a senadora de Cristina Kirchner.
Pero la cosa no quedó ahí. En la misma sesión, los 34 diputados duhaldistas, en acuerdo con los 12 radicales que responden a Federico Storani y a Leopoldo Moreau, votaron un aumento de 33 millones de pesos para la Cámara, cuyo presupuesto se incrementó en un 29 por ciento.
“Fue una orden de Duhalde a sus diputados para contar con una caja negra”, aseguró ayer, en una conferencia de prensa, Raúl Pérez, uno de los integrantes del sub-bloque que responde a Felipe Solá. “En un hecho sin precedentes: al mismo tiempo que votaron reales superpoderes al titular del cuerpo, Osvaldo Mércuri, eliminaron las facultades históricas que tienen los gobernadores para reasignar partidas cuando crece la recaudación. Es una contradicción absurda que denunciamos públicamente”, agregó Nicolás Dalesio, otro de los diputados felipistas.
En realidad, la conferencia de prensa fue un gesto político del sub-bloque felipista (19 sobre 54 peronistas), ya que los números no les alcanzan para derogar la norma. El gobernador tampoco puede vetarla, porque a pesar del incremento el presupuesto se mantiene por debajo del límite legal.
La respuesta no tardó en llegar. A través de un comunicado, Mércuri explicó que el incremento “está destinado fundamentalmente a atender los aumentos salariales del personal”. Según explicó, el presupuesto incluye la previsión de las consecuencias financieras del fallo de la Corte Suprema de la Nación, que obligó a devolver a los empleados públicos el 13 por ciento recortado en el 2001. También se incluyó el aumento de 100 pesos a los trabajadores legislativos, el pago de aguinaldo y jubilaciones a los 200 empleados que estaban contratados y que pasaron a planta transitoria, además de previsiones sobre futuros aumentos salariales. “Las dietas de los legisladores no se modificaron y tampoco se contrató más personal”, explicó el comunicado. Mércuri ofrecerá hoy una conferencia de prensa para aclarar su posición.
Por lo bajo, fuentes duhaldistas explicaban que, si bien es cierto que la mayor parte de los fondos está destinada a aumentar los sueldos de los empleados legislativos, una parte del presupuesto tiene un objetivo más político. “En un momento de tensión entre el Ejecutivo y la Cámara nopodemos depender de la voluntad del gobernador. Tenemos que tomar previsiones”, justificaban.
Consultado por este diario, el diputado felipista Dalesio aseguró que la explicación del duhaldismo es insuficiente. “Las cuentas no dan. Por más que quieran aumentar los sueldos de los empleados legislativos, nunca van a necesitar 33 millones de pesos. Nosotros venimos impulsando un proyecto para que se transparenten los gastos y para que se publiquen en Internet, pero no nos hacen caso”, aseguró.
La disputa continuará en los próximos días, cuando Solá decida qué hará con el presupuesto restringido aprobado por las Cámaras provinciales. Una opción, que ayer se manejaba como alternativa en la gobernación, es vetar la norma y operar con el Presupuesto 2004 hasta que se obtenga una ley adecuada. Se trata, de todos modos, de una posibilidad, cuya definición depende de la cada vez más feroz interna del peronismo bonaerense.