Primero Luis Patti le condicionó su apoyo. Ahora se desayunó con que Adolfo Rodríguez Saá lo primereó y se lanzó como candidato a titular del Partido Justicialista. A Carlos Menem se le está rebelando la tropa, la poca que le queda, o la que creía que le era fiel y que, a la luz de los hechos, parece de a poco abandonarlo.
Todo comenzó a su regreso de Chile, cuando prometió encuentros con distintos referentes políticos para generar un polo de poder de centroderecha. De esa gran cruzada aliancista, que algunos analistas imaginaron contaría con Ricardo López Murphy, Mauricio Macri, Jorge Sobisch y el propio Rodríguez Saá, sólo quedó este último.
Se iban a encontrar esta semana pero, con la excusa de la tragedia de República Cromañón, se postergó para el martes 25. Hace apenas unas horas, el torturador Patti, quien supo flanquearlo durante el último tramo de su campaña presidencial, salió a condicionar su presencia. Lo hizo reavivando una vieja interna que subsiste en el entorno de Menem. Y le puso nombre y apellido: Alberto Kohan. Dicho con otras palabras, Patti amenazó con dejar el menemismo si el ex presidente seguía fotografiándose, algo que hizo, con históricos como el ex secretario general de la Presidencia.
El baldazo de agua fría fue, de todos modos, el anuncio que llegó ayer desde San Luis, sobre el deseo de Rodríguez Saá de pelear la titularidad del Consejo Nacional Justicialista, una elección que por ahora no tiene ni siquiera fecha precisa. El cargo está vacante y Néstor Kirchner se mostró reacio a hacerse cargo pese a que, como es propio en un partido verticalista como el PJ, varios ya se lo han pedido denodadamente, entre ellos, su aliado estratégico Eduardo Duhalde.
Tras el anuncio de Rodríguez Saá pocos creen que haya una cumbre el próximo 25. Todo parece ahora diluirse, pese a que gente del entorno de Menem recuerda que aún sin tener alguna certeza de apoyo concreto, en 2003 el ex mandatario visitó al puntano para ver si lograba su respaldo en el ballottage, de aquel que finalmente se bajó.
Aun así, el intento de alianza parece naufragar ya que Menem no iría a la cola de Rodríguez Saá. Cerca del ex mandatario siguen maldiciendo la jugada del puntano, sobre todo porque creían ver en la inquina que ambos mantienen contra Duhalde, y por extensión con Kirchner, una excelente razón para trabajar juntos en busca de la revancha.