EL PAíS
› LA JUEZA ANALIZA PRUEBAS DE POSIBLES COIMAS A POLICIAS
Las cifras negras de República Cromañón
Al escritorio de la jueza María Angélica Crotto llegó una prueba que podría comprometer directamente al dueño de República Cromañón, Omar Chabán, o a algunos de sus socios en el pago de coimas. Se trata de dos listados manuscritos, encontrados dentro de las oficinas del mismo empresario detenido, en los que se puntualiza una serie de entradas y salidas de dinero de tres noches con shows realizados a finales de 2004. Si la Justicia determinara que la caligrafía de uno de los manuscritos –el más comprometedor– pertenece a Chabán, éste quedaría descubierto como encargado de hacer los números del boliche y vinculado con el pago de coimas a policías. Si no, el peso caería sobre alguno de sus colaboradores más cercanos, que actualmente lo visitan en la cárcel.
Los documentos a los que tuvo acceso Página/12 tratan de dos borradores escritos a mano con cuentas que registran el monto de abonos y entradas a shows vendidas (en boletería o de manera anticipada) durante el segundo viernes, sábado y domingo de diciembre. Fueron encontrados en el tacho de basura de la oficina de Chabán, ubicada detrás de las boleterías del boliche de la tragedia, un lugar donde sólo ingresaba el empresario con personas de su confianza. Debajo del detalle de un total de 14.348 pesos ingresados en conceptos de entradas y con el concepto de “gastos”, se desgrana un listado con dos columnas de nombres y montos previstos a pagar: “Sadaic, 250. Sadem (Sociedad Argentina de Músicos), 100. Poli, 100” son algunos de ellos.
Otros hablan de los gastos (lícitamente) habituales para un espectáculo musical: “Seguridad, 480. Luces, 500. Sí, 240. Radio, 1800 (estos dos últimos ítem refieren a publicidades en medios de comunicación). Vol. (volantes), 300. Sonido, 1100”. Más abajo se incluye una serie de sumas y restas que hacen al manejo del negocio.
Cada uno de los puntos fueron descifrados con la ayuda de personas cercanas a Cromañón y que declararon en el juzgado. Uno de los escritos está hecho en la contracara de una lista de acreditaciones a periodistas para el show de la banda Intoxicados, el 10 de julio de 2004. Y el otro, en un volante de un corto emprendimiento de los dueños del local y del hotel Central Park llamado RoKmañon, que transformaba al lugar en una discoteca para los días en que, como boliche, no había recitales. El dato puede servir como prueba sobre la presunta vinculación que la Justicia investiga entre Chabán, inquilino, y los propietarios del espacio.
Respecto del pago a la “Poli” por 100, una fuente vinculada con el área administrativa del boliche incendiado contó a Página/12 que oyó una charla en la que el hoy detenido daba instrucciones a uno de sus socios “para que en la noche del 30 de diciembre se entregara unos 300 pesos a la policía más otros 200, porque en la noche anterior ‘se habían portado bien’, cortando parte de una calle para que los pibes puedan andar tranquilos”. También existe un testigo que habría visto cómo Chabán entregaba dinero en mano a un oficial de la comisaría 7ª que solía patrullar la zona.
Sobre el monto que figura para Sadaic, la Justicia investiga si refiere a una coima o no. Pero especialistas consultados por este diario adujeron que la cifra de 250 pesos por tres noches correspondería a un local como Cromañón.
En lo que respecta a la Sadem (Sociedad Argentina de Músicos), sus inspectores no se encargan de cobrar dinero a los empresarios sino que retienen a los músicos un porcentaje de las ganancias.
En ambos borradores hay por lo menos tres firmas distintas que no pudieron descifrarse. Una de las marcas que también hablan de la estrecha relación entre Chabán y esos documentos arrojados a la basura son las inscripciones de “Omar te amo” desplegadas en la superficie de papel y cuya autoría correspondería a una novia de 22 años del dueño de Cromañón.
Informe: Adrián Figueroa Díaz.