EL PAíS
› DNU PARA EL CER Y PLAN BONEX II
Aún sin ley de quiebras
El Gobierno sabe que no controla la voluntad de los bloques peronistas en el Congreso. Por eso y por las urgencias para mostrar una norma que modifique a la actual ley de quiebras, tiene en carpeta la posibilidad de firmar un decreto de necesidad y urgencia. Claro que todavía se tomará unos días para acercar posiciones. Por lo pronto más cercano está el decreto presidencial que modificará el CER, índice que actualiza créditos, y una nueva ley de bonos. Una versión mejorada a la originalmente pensada por el ex ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov.
“La posibilidad de firmar un decreto para los temas del CER está en estudio”, comentó a este diario un legislador justicialista que participa de las conversaciones con el equipo económico. Agregó que “la decisión se tomará por la tarde luego de la reunión que tendrán los diputados y los hombres del Gobierno”. Más categóricos, en la mesa de dirección del bloque PJ se daba por descontado que tanto el CER como la ley de Bonos serían resueltos firmando un decreto presidencial. Por lo pronto, ayer los diputados Rodolfo Frigeri, Omar Becerra, Jorge Matzkin y José María Díaz Bancalari les acercaron a los funcionarios del Ejecutivo las definiciones del justicialismo parlamentario. Ahora falta la respuesta oficial.
Los esfuerzos por obtener la sanción de una ley el Gobierno los dedica a la derogación de la de subversión económica y a la modificación de la ley de quiebras. Precisamente ayer fracasó un encuentro en el que los legisladores peronistas analizarían con Economía las diferentes posiciones que ambos tienen sobre la ley de quiebras. Cuando muchos especulaban que la reunión se había caído por las diferencias internas, el diputado Eduardo Di Colla minimizó el hecho y aseguró que “hoy se llegará a un punto de acuerdo”.
Más allá del optimismo del legislador, las diferencias entre el bloque parlamentario y el Gobierno no encuentran un punto de resolución. Los diputados del peronismo mantienen cierto optimismo en imponer sus puntos de vista, dado que “el Fondo fue variando lentamente su posición”, afirman. Recuerdan que “en un primer momento, el FMI planteaba lisa y llanamente la derogación de la ley de quiebras”. De haberse satisfecho ese punto quedaría vigente la legislación sancionada con el impulso de Domingo Cavallo, en su etapa de ministro menemista.
“(Roberto) Lavagna fue mucho más receptivo”, afirmaban ayer los diputados al analizar las deliberaciones con el Gobierno. Para ratificarlo comentaban que el nuevo ministro había enviado a Alberto Coto, uno de sus principales asesores, a reunirse con la mesa del bloque.