EL PAíS
La mirada
› Por Diego Schurman
“Después del acto de asunción del ministro de Justicia, Horacio Rosatti, el Presidente me invitó a su despacho. Fui detrás de ellos y vi en el escritorio una foto de Axel Blumberg. Era una foto grande, de 20 por 30 centímetros, que cada vez que Kirchner se sentaba no le quedaba otra que verla enfrente suyo. Por eso, cuando Juan Carlos Blumberg entró días después al despacho y se sentó frente al Presidente se me vino a la cabeza la misma imagen que había visto antes, pero con la foto de su hijo. La sensación era que a Kirchner lo miraban los mismos ojos.”