Dom 13.02.2005

EL PAíS  › RADIOGRAFIA DE LAS CARCELES ARGENTINAS

La vida perra

Lo de Córdoba no es una excepción: más de 50 cárceles están superpobladas a reventar y los estallidos son cuestión de tiempo. El 79 por ciento de los presos tiene la primaria o menos y sólo el 4 terminó el secundario; el 35 estaba desocupado al ir preso, sólo uno en cuatro es reincidente; casi ninguno tuvo reducción de pena.

› Por Mariana Carbajal

El sistema penitenciario está colapsado. El hacinamiento que quedó en evidencia con el motín del penal de la capital cordobesa se repite en más de medio centenar de cárceles del país, con casos en los que la superpoblación llega al 700 por ciento, según surge del último censo penitenciario nacional. El trabajo, al que tuvo acceso exclusivo Página/12, es una radiografía de las cárceles federales y provincias y revela cuántos y quiénes son los presos en la Argentina. De acuerdo con este relevamiento, la Unidad 3 de Mercedes, provincia de Buenos Aires, tiene capacidad para 600 reclusos, pero alberga a más de 1000; la cárcel de Río Cuarto, Córdoba, fue construida para alojar a 146 internos, pero registra más de 400; el penal de la capital correntina debería tener un máximo de 62 presos y tiene 276; en la de Oberá, Misiones, hay 137 detenidos de más; en Mendoza se da el caso de un centro de detención con espacio para 24 reos, que tiene 148. Y la lista continúa. “Es una bomba de tiempo”, definió el abogado Eduardo Guarna, hasta hace cuatro meses coordinador del Programa de Inspección Penitenciaria del Ministerio de Justicia y presidente de la organización Fiscales sin Fronteras (ver aparte).
El censo fue realizado por el Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena (Sneep) del Ministerio de Justicia. Corresponde al año 2003, pero sus datos acaban de procesarse y todavía no se habían difundido. Los del censo 2004 aún no están disponibles. El relevamiento fue implementado en el año 2002 por la Dirección Nacional de Política Criminal y es una fotografía al 31 de diciembre de cada año de cada una de las cárceles y centros de detención del país –con excepción de las comisarías–, ya sea federales como provinciales.
En total, el censo registró 51.998 personas. Una fuente del Ministerio de Justicia consultada por este diario confirmó ayer que la cantidad de detenidos se mantiene en alrededor de 52 mil. A los que hay que sumar –para tener la cifra total de reos– aquellos alojados en las comisarías y dependencias de la Prefectura Naval y Gendarmería, que es un número que varía día a día. Al 31 de junio de 2004, sumaban otros 10.879 presos. Lo que eleva a cerca de 63 mil los detenidos privados de su libertad.
La sobrepoblación que caracteriza al sistema penitenciario es uno de los aspectos analizados en el estudio. Tal vez, el más crítico, porque de ahí derivan las condiciones infrahumanas de detención que soportan los detenidos. ¿Cómo pueden estar, por ejemplo, en la comisaría departamental de Caleufu, provincia de La Pampa, si el lugar tiene capacidad para dos presos y aloja a ¡16!, según refleja el censo? De las 140 cárceles sobre las que el Sneep obtuvo datos –hay un puñado, muchas de la provincia de Buenos Aires, que no informaron su población penal–, 58 tienen sobrepoblación. El nivel de hacinamiento es variable. Algunos ejemplos son los siguientes: El porcentaje de superpoblación era de:
- 500 por ciento en la comisaría departamental de Miguel Riglos (La Pampa);
- 345 por ciento en la Unidad 1 de la capital correntina;
- 253 por ciento en la Unidad Penitenciaria II de Oberá (Misiones);
- 200 por ciento en la Unidad Nº 8 de Santa Fe;
- 177 por ciento en el Instituto de Rehabilitación Femenino “Santa Ester”, de Tucumán;
- 137 por ciento en la Alcaidía Policial de Pico Truncado (Santa Cruz);
- 129 por ciento en la Unidad 14 de General Alvear y de 73 por ciento en la Unidad 3 de Mercedes, ambas de la provincia de Buenos Aires;
- 90 por ciento en la cárcel de Paraná y 91 por ciento en la de Concordia (Entre Ríos);
- 69 por ciento en la Cárcel de Encausados de General Roca (Río Negro);
- 82 por ciento en el Complejo Penitenciario Provincial de San Luis.
La provincia de Córdoba presenta uno de los panoramas más explosivos. De 12 establecimientos penitenciarios provinciales, 9 presentansuperpoblación, de acuerdo con el último censo. En la cárcel del barrio San Martín –donde se produjo el sanguinario motín del jueves y el que tiene más reclusos de la provincia– el porcentaje de sobrepoblación llegaba casi a 46 por ciento. En otros, como el de Río Cuarto, al 200 por ciento –la peor situación de hacinamiento del territorio gobernado por De la Sota–, en el de Villa María al 89 por ciento, y en el correccional de mujeres al 75 por ciento.
Detrás de las rejas
Pero el relevamiento del Sneep permite conocer otras realidades del mundo carcelario. Sólo el 39 por ciento de los internos alojados en las unidades de todo el país al 31 de diciembre de 2003 tenía una condena penal. “La cifra no varía demasiado de la actual”, señaló una fuente del Ministerio de Justicia. El 60 por ciento restante estaba procesado, con su causa aún abierta. En su mayor parte se encontraban acusados o condenados por la comisión de robos o tentativas de robo, mientras que en un segundo plano se destacan los homicidios dolosos, los hurtos, las infracciones a la ley de drogas y las violaciones. Algunas curiosidades: el censo registró la existencia de 19.128 casos por robo y/o tentativa y apenas 18 por infracción a la Ley Penal Tributaria y sólo 1182 correspondientes a delitos contra la administración pública.
El Servicio Penitenciario de la provincia de Buenos Aires es la institución con mayor cantidad de unidades y con más detenidos de todo el país (22.983 de acuerdo al censo 2003), seguida por el Servicio Penitenciario Federal (9246 personas presas). Entre ambos organismos agrupan al 62 por ciento de los detenidos en todas las unidades del país.
Entre otros hallazgos, el estudio encontró los siguientes datos:
- El 35 por ciento de los detenidos estaba desocupado al momento de ingresar al establecimiento, mientras que el 46 por ciento tenía un trabajo de tiempo parcial.
- El 50 por ciento no tenía ni oficio ni profesión al caer detenido. Sólo el 41 por ciento tenía algún oficio y apenas el 9 por ciento alguna profesión.
- El 79 por ciento de los presos tenía formación primaria o menor. Secundario completo sólo el 4 por ciento y terciario o universitario apenas el 1 por ciento.
- El 95 por ciento eran varones.
- En el 68 por ciento de los casos se trata de solteros.
- El 94 por ciento tenía residencia urbana y la provincia de Buenos Aires es el principal lugar de procedencia (42 por ciento).
La amplia mayoría de los presos son argentinos. Sólo pertenece a países limítrofes o Perú el 4 por ciento.
Con respecto a la vida adentro del penal, llama la atención que apenas el 34 por ciento de los detenidos había participado en algún programa educativo durante el año 2003. Sólo el 33 por ciento tenía trabajo remunerado en su lugar de detención. Y el 88 por ciento nunca había participado de un programa de capacitación laboral.
En relación con los condenados, el relevamiento encontró que:
- El 72 por ciento no era reincidente.
- El 94 no tuvo reducción de pena.
- El 67 por ciento estaba en período de tratamiento, mientras que el 13 por ciento estaba en período de prueba.
- El 11 por ciento gozó durante el año de salidas transitorias, el 2 por ciento sufrió una suspensión o revocación de las salidas y al 87 por ciento no le fueron otorgadas.

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