El camionero Hugo Moyano desempolvó ayer el mote de rebelde de la CGT que conduce y convocó a un paro y movilización a Plaza de Mayo el próximo martes 14 de mayo, en demanda de un “urgente cambio del modelo económico” y en repudio a las medidas impulsadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). El líder de la central sindical disidente le reclamó a Eduardo Duhalde que “se ponga las pilas” y advirtió que si no lo hace, “lo va a echar el pueblo”. La flamante ministra de Trabajo, Graciela Camaño, criticó la convocatoria a la huelga.
La CGT rebelde decidió lanzar la medida de fuerza –la primera que deberá enfrentar Duhalde desde su llegada a la presidencia– durante una reunión extraordinaria que su consejo directivo realizó en la sede del SMATA. El paro será a partir de las 12 y la movilización a Plaza de Mayo a las 15.
El anuncio sobre la decisión de convocar a la huelga lo hizo el mismo Moyano en la puerta misma del SMATA, en un discurso en el que no se privó de cargar contra Duhalde. “Este gobierno tuvo la oportunidad de adoptar políticas que permitieran mejorar la situación de los argentinos, pero la ha perdido. La desperdició por falta de decisión política, de voluntad y coraje”, sostuvo Moyano y agregó que “parece que el Gobierno o no entiende o no quiere hacerlo o, lo que es peor, tiene miedo de hacerlo”.
Moyano le exigió a Duhalde que “se ponga las pilas y se decida si va a estar a favor o en contra del pueblo”. “Primero dijo que tenemos que vivir con lo nuestro; pero dice una cosa y hace la otra, hace lo que dice el FMI cuando él sabe que no le van a dar un peso”, señaló el camionero en alusión al Presidente y graficó que “estamos haciendo de prostituta gratis”.
El titular de la CGT disidente responsabilizó de la actual crisis argentina “al modelo económico instaurado en los últimos diez años” y consideró que “el actual Gobierno es una continuidad de los anteriores, Menem-Cavallo y De la Rúa-Cavallo”. La convocatoria al paro y las palabras de Moyano marcan un cambio de actitud de los rebeldes, quienes hasta ahora no venían poniendo trabas a la gestión duhaldista.
La CGT rebelde, en un documento difundido tras la reunión de su conducción, rechazó el acuerdo de 14 puntos firmado entre el Ejecutivo y los gobernadores. “Es una actitud indigna e irresponsable que compromete seriamente el futuro del país”, subrayó esa central sindical, que reclamó una recomposición salarial con un aumento del 20 por ciento al 1º de mayo y la implementación de un control de precios y tarifas. También cuestionó la derogación de las leyes de quiebra y subversión económica” y consideró “imprescindible aumentar el ingreso familiar de inclusión social, como mínimo, al nivel de 300 pesos mensuales, cubriendo no menos de 2 millones de familias desprotegidas”.
Moyano advirtió que “nos pueden pasar cosas, mucho más graves, cuando los hambrientos comiencen a reclamar los alimentos que le corresponden, porque al hambre no se lo para con las balas ni con la represión, ni con nada. Por eso el Gobierno tiene que entender que en un país exportador y productor de alimentos no puede haber gente con hambre y tiene que tomar medidas necesarias para evitar que se sigan muriendo chicos y viejos”.