EL PAíS
› LOS GOBERNADORES, AMIGABLES CON EL GOBIERNO
Una manito desde el interior
Reutemann elogió a Lavagna. De la Sota se opuso a adelantar las elecciones. Solá tendió un puente.
Aunque ninguno aceptó sumarse al Gabinete, ni siquiera a través de algún hombre de confianza, los gobernadores más importantes del PJ salieron ayer a respaldar al Gobierno: con matices, el santafesino Carlos Reutemann, el cordobés José Manuel de la Sota, el bonaerense Felipe Solá y el salteño Carlos Romero respaldaron la decisión de Eduardo Duhalde de avanzar en las promesas realizadas al FMI.
Habitualmente parco, Reutemann aseguró ayer, en la inauguración de un complejo de viviendas en Santa Fe, que está dispuesto a aplicar en su provincia los acuerdos con el Fondo, y dedicó buena parte de su discurso a festejar la designación de Roberto Lavagna como nuevo ministro de Economía. “Ha venido con las mejores intenciones, ha sido muy claro con los gobernadores y, por primera vez, escucho a un ministro que nos ha pasado la mano por la espalda, haciéndonos una pequeña caricia. En muchos años hay uno que no agarró el látigo para pegarle a los gobernadores”, dijo el santafesino.
“El ministro Lavagna dijo recientemente que no todos los males del país pasan por las provincias, como se trata de decir, sino que las provincias solamente representan el 33 por ciento del déficit fiscal, el resto es de la Nación”, agregó Reutemann.
No fue el único. En diálogo con Radio Universidad de Córdoba, De la Sota se esforzó por descartar públicamente la posibilidad de convocar a elecciones anticipadas. Una declaración que, viniendo de quien fue uno de los principales fogoneros del adelantamiento electoral, puede leerse como una especie de apoyo.
“Esto no le preocupa a nadie. Esto no es preocupación de nadie. Todo el mundo está esperando que las cosas mejoren y se solucionen, nada más”, sostuvo De la Sota cuando lo consultaron por el tema.
Aunque aseguró que la crisis económica es “tremenda”, Solá respaldó la decisión del Gobierno de lograr un acuerdo con el Fondo. “Argentina está económicamente a la deriva. Es una situación muy delicada, no tenemos todos los grados de libertad que nos gustaría para decidir la política económica. Necesitamos un anclaje que implique un mensaje claro hacia afuera y hacia adentro”, explicó.
El gobernador de Buenos Aires aseguró que su provincia está dispuesta a hacer lo posible para que las negociaciones lleguen a buen puerto. “Nosotros hemos mostrado nuestra voluntad y eso es algo que sigue estando sobre la mesa”, dijo Solá. Aunque reconoció dificultades, se mostró optimista ante la posibilidad de que se firme el famoso acuerdo. “El FMI ha dicho que si se modifican la Ley de Quiebras y la de Subversión Económica, y si los gobernadores firmaban los 14 puntos, el acuerdo estaba cerca”, explicó.
Finalmente, el salteño Carlos Romero también se manifestó a favor de la negociación con el Fondo, aunque sus declaraciones parecieron más una amenaza que un apoyo. “No hemos dado plazo al presidente Duhalde, pero hemos fijado plazos que creemos que son tolerables y razonables para que quienes tienen expectativas en Argentina no se sientan frustrados y tengamos nuevamente una crisis de mercado, o cosas parecidas”, advirtió (ver asimismo pág. 8).
Más allá de las diferencias, la seguidilla de declaraciones de ayer revela la complicada situación de los gobernadores del PJ. Aunque ninguno aceptó involucrarse a fondo con la gestión Duhalde, los mandatarios provinciales tampoco están dispuestos a dejarlo caer del todo, con la certeza de que el colapso del Gobierno, en medio de la crisis económica y el malestar social, también podría arrastrarlos a ellos hacia el abismo.