EL PAíS
› HABLA ALEJANDRO RUA, INVESTIGADOR DEL ATENTADO A LA AMIA
“Rabbani y El Reda tuvieron que ver”
› Por Raúl Kollmann
Habla públicamente por primera vez. El hombre que el Gobierno asignó a la investigación del atentado contra la AMIA, Alejandro Rúa, salió ayer a la luz en vísperas del encuentro que se realizará en la OEA y en la que el Estado aceptará que no se investigó el atentado como corresponde. El titular de la Unidad AMIA del Ministerio de Justicia habla de que la pesquisa hoy en día se centra en un colombiano, un grupo de iraníes y un teléfono en la Triple Frontera. Una segunda investigación se orienta a demostrar que todo el expediente AMIA estuvo destinado a tapar las cosas porque se pretendió ocultar las relaciones de Carlos Menem con Irán o Siria, antes y después de su primera campaña electoral presidencial. Y explica la postura que presentará el Gobierno en la OEA dentro de seis días.
–Después de 11 años será difícil encontrar a los culpables del atentado.
–Sí, es muy difícil. Mucho se estuvo haciendo este último tiempo. No es que empezamos ahora. Lo que sucede es que se trabajó durante diez años con una hipótesis incriminatoria falsa, que naufragó en el juicio oral. Los jueces terminaron diciendo que se trató de un armado intencional, una jugada política destinada a tapar las vinculaciones financieras de Carlos Menem con Irán, antes y durante la campaña electoral en que fue elegido.
–Es poco lo que se sabe del atentado.
–Lo que se sabe es que el atentado se hizo con una Trafic y que tenemos algunos rastros de quienes pudieron estar relacionados con ese vehículo. Iraníes, colombianos, extranjeros que vivieron en la Argentina durante varios años y fueron parte del plan. Poniendo en el foco la falsa pista de los policías bonaerenses, taparon lo que, según parece, fue la clave del atentado. Samuel El Reda, el colombiano convertido al Islam, esposo de una secretaria del entonces agregado cultural, Moshen Rabbani, y un hombre que desde la Triple Frontera, con un teléfono a nombre de André Márquez, parece que coordinó la operación.
–¿Dónde están esos sujetos?
–En el Líbano e Irán.
–¿Qué chances hay de detenerlos?
–El canciller Rafael Bielsa está trabajando en eso. En las próximas semanas estará en la Argentina una delegación iraní con la que se tratará el problema y se busca un marco de solución.
–Muchos dicen que la acusación a Irán es política y que sólo se basa en informes de inteligencia de la CIA, la SIDE y el Mossad, todos interesados en abonar la teoría de que Teherán es el demonio. Nunca se acusó a Irán de ningún atentado, salvo los dos de la Argentina.
–Es cierto que tenemos que buscar las pruebas. Hay un esqueleto aportado por los informes de Inteligencia y nuestro trabajo es llenarlo con pruebas judiciales. Hemos encontrado evidencias de importancia. Quiero aclararle que yo no investigo a gobiernos, ni a Irán ni a Siria ni a Hezbolá ni a Hamas; investigo personas. Tengo indicios de que Rabbani y El Reda tuvieron que ver con el atentado. No me importa a quién respondían, yo los investigo a ellos, me concentro en hechos y personas. Si jugaron para Boca o para River serán conclusiones a sacar. Lo primordial es demostrar su relación con el asesinato de 85 personas.
–La semana que viene habrá un encuentro en la OEA entre el gobierno argentino y los familiares agrupados en Memoria Activa. Usted estará allí. La perspectiva es que el Estado argentino sea condenado por falta de justicia. ¿Por qué los familiares aceptarían algún acuerdo con el Estado?
–Nosotros haríamos un compromiso, no una mera declaración aceptando que el Estado argentino es culpable de no haber investigado como corresponde. Hemos dado muestras de firmeza en esta cuestión. Impulsamos el juicio político al juez Juan José Galeano, ya está suspendido y podría ser removido de su cargo. Impulsamos el juicio político al juez Claudio Bonadío por no investigar las irregularidades del caso AMIA. Se han abierto archivos, fueron a declarar agentes de la SIDE. Es cierto que faltan abrir archivos de la SIDE, pero estamos peleando para que se ventile todo.
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