El Gobierno sancionó con diez días de arresto al ex jefe de Ezeiza, Alberto Beltrame, por no haber transmitido a sus superiores información sobre el contrabando de drogas en el aeropuerto. Así lo informó anoche el ministro de Defensa, José Pampuro, luego de solicitar al militar en situación de disponibilidad que aporte a la Justicia y a la Oficina Anticorrupción todos y cada dato que tenga sobre el tema.
Pampuro realizó el anuncio luego de un encuentro con el presidente Néstor Kirchner; el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el flamante jefe de la Fuerza Aérea, Eduardo Schiaffino. El Gobierno ya venía advirtiendo sobre la responsabilidad del militar, padre de uno de los detenidos por el affaire de las narcovalijas.
El ministro de Defensa informó que Beltrame recibió la sanción luego de presentarse a una escribanía para aportar una información reservada que, en cambio, no acercó a la Justicia. “Fue a una escribanía por temor a lo que pudiera pasar con su vida”, señaló el defensor del militar.
Ante esta situación, Kirchner pidió que se garantice la seguridad de Beltrame. Pero, no obstante ello, Pampuro fue claro en su advertencia. “Si ahora no se presenta ante el juez será declarado como prófugo.” En la Casa Rosada también le solicitaron que acerque todo lo que sabe a la Oficina Anticorrupción.
Pampuro no hizo más que poner en marcha una orden que le instruyó Kirchner, quien ayer tuvo varios motivos de enojo a lo largo de la jornada. El caso del ex jefe de Ezeiza, desplazado de su cargo tras conocerse el envío de 4 valijas con 60 kilos de cocaína a Madrid, fue uno de ellos. “Hay declaraciones de Beltrame en las que prácticamente se incrimina. El dice tener documentación aparentemente reservada que depositó en una escribanía pero a nosotros no nos dijo nada”, afirmó a Página/12 una alta fuente oficial.
Hay varias hipótesis sobre lo que sabe Beltrame pero no dijo, al menos a sus superiores. Aparentemente el comodoro presumía, previo a que el caso tomara estado público, de tener acceso a la cinta de video que se considera clave para avanzar en las investigaciones.
El militar manejaría los datos de la transcripción de lo que se ve en la cinta, además de los nombres y apellidos de tres testigos que vieron ese video. “Sí, hay una presunción de que hay una cinta o algo así”, admitió una fuente de la Casa Rosada.
Al respecto, por ahora se conoce un anónimo sobre la observación de los videos de las cámaras de seguridad del aeropuerto, tomados el 16 de septiembre de 2004, fecha en la que partieron de Ezeiza las cuatro valijas con 60 kilos de cocaína. Según ese anónimo, las maletas se transportaron al espigón internacional y llegaron en dos autos: un Fiat Uno rojo, patente TLP 347, con dos personas adentro, y un Peugeot 504 celeste, patente WXZ 034, con otras dos personas en su interior.
Anoche se decidía si Beltrame cumplirá su arresto en una unidad militar o en su domicilio particular. Creen que con la sanción se lo forzará a colaborar con la Justicia en las próximas horas, sean cuales fueren su lugar y situación de detención.
No fue éste el único tema que tuvo a mal traer a Kirchner. Esta vez con Pampuro y Fernández de testigos, volvió a reprocharle a Schiaffino por el contenido del discurso que brindó al asumir la conducción de la fuerza. El brigadier había apelado a una letra propia de los actos tradicionales, donde quien asume agradece a su antecesor. Olvidó que Kirchner acababa de pasar a disponibilidad a Carlos Rohde ni más ni menos que por incumplir su obligación de informar a sus superiores.
–Qué fantochada –había dicho el Presidente al escuchar las palabras de Schiaffino.
En el llamado de atención de ayer, Kirchner no utilizó esa palabra, un poco pasada de moda. Pero el sentido fue exactamente el mismo, básicamente porque el mandatario no quiere reacciones de cuerpo cuando se produzcan sanciones en las Fuerzas Armadas.
Hubo, además, alguna inquietud de Kirchner por una frase pública de Aníbal Fernández que creó confusión sobre la fecha en que le informó del caso, aunque al leer el textual del ministro del Interior –que confirmaba que puso en aviso en febrero– el tema quedó olvidado rápidamente.
“Yo se lo comento al Presidente cuando esto comienza a tomar otro color, que lo empezamos a ver a fines del mes de enero, y creo que lo hablo con el Presidente los primeros días del mes de febrero, cuando lo pongo en autos de lo que estoy viendo”, dijo Fernández.
El round del Gobierno con Beltrame tuvo poco tiempo atrás un combate preliminar entre Aníbal Fernández y el militar, en este caso por el tipo de uso que se le daba al sector VIP del aeropuerto.
A comienzos de año, el ministro del Interior impuso mayores controles a través de una resolución, algo que aparentemente al brigadier desplazado de Ezeiza no le cayó del todo simpático. A tal punto que Fernández dijo ayer en declaraciones radiales que desde entonces Beltrame le retaceaba datos al Gobierno. “Este señor nos cortó todo tipo de información”, aseguró.