Si no apela a un nuevo recurso dilatorio, el ex presidente Carlos Menem estará el jueves otra vez cara a cara con Jorge Urso, el juez que ordenó su detención en el 2001 por el tráfico de armas a Ecuador y Croacia: esta vez será indagado por el presunto desvío de fondos destinados a la construcción de cárceles federales. En la causa que está más comprometido, el contrabando agravado de armas que está en manos del juez en lo Penal Económico, Julio Speroni, el ahora precandidato a senador por La Rioja consiguió que le posterguen la audiencia hasta el 31 de marzo. Sus ex ministros Domingo Cavallo (Economía) y Antonio Erman González (Defensa) también sortearon, por distintos motivos, el requerimiento.
Urso convocó a Menem a numerosas audiencias a las que el ex presidente rehusó presentarse. Por eso, el año pasado el juez libró una orden internacional de captura contra el riojano, quien se había radicado en Chile. Finalmente, la Cámara Federal porteña le concedió la eximición de prisión y Menem retornó a la Argentina el 22 de diciembre. Pocos días después, firmó un acta de compromiso ante Urso para manifestar que no volvería a eludir las convocatorias de la Justicia. Urso citó entonces a Menem para el 3 de marzo en el marco de un proceso que no acarrea para el ex mandatario, en principio, el riesgo de ser detenido. Es que afronta imputaciones por presunta administración fraudulenta de partidas para la construcción de cárceles y se trata de un delito excarcelable.
Menem enfrenta una situación más compleja en la causa por contrabando agravado que tramita el juez Speroni, quien había fijado para el 1 y el 8 de marzo dos audiencias que hoy fueron suspendidas por pedido de la defensa. Speroni reprogramó las indagatorias a Menem para el 31 de marzo, cuando el ex presidente será interrogado sobre dos presuntas maniobras: la exportación clandestina de armamento a Croacia y Ecuador y su posible enriquecimiento ilícito derivado de fondos del tráfico de material bélico. Speroni dejó sin efecto las citaciones a Cavallo –quien impugnó el llamado porque ya había declarado por esa causa ante Servini de Cubría– y a González por razones de salud.