EL PAíS
Sin pruebas de un complot
El ex vocero dijo que no tenía pruebas “fehacientes” para sustentar la existencia de una conspiración. Dijo que le desapareció una fotocopia que describía un plan para terminar con el gobierno delarruista.
› Por Adriana Meyer
Lo defendió hasta último momento con vehemencia, pero ayer no avaló su teoría. “No puedo afirmar fehacientemente la trama de un complot o conspiración”, indicó el ex vocero presidencial Juan Pablo Baylac ante la Justicia. Y frente a los micrófonos agregó que sólo tenía “sensaciones” de la existencia de un plan premeditado. Sin embargo, precisó que “los saqueos fueron inducidos por activistas”, y señaló a “punteros justicialistas de Moreno y La Matanza” como responsables de esos incidentes. Lo hizo al declarar como testigo ante el juez federal Norberto Oyarbide en la causa sobre la presunta conjura que habría derrocado a Fernando de la Rúa. Además, en el juzgado recibieron una nueva denuncia sobre un supuesto acuerdo entre Eduardo Duhalde y Mariano West, intendente de Moreno (ver recuadro). El actual presidente de la Nación habría facilitado un negocio inmobiliario a cambio de que West asegurara la presencia de manifestantes en la Plaza de Mayo, aquel 20 de diciembre.
Apenas repuesto de la golpiza (ver aparte), Baylac acudió a los tribunales federales de Retiro. Y también mencionó al distrito de Moreno, pero como epicentro de los saqueos organizados. “Antes del 19 de diciembre, (Federico) Storani me refirió que visualizaba, a través de la militancia radical de la provincia de Buenos Aires, movimientos por parte de punteros justicialistas para promover saqueos en Moreno, La Matanza y Merlo”, afirmó el ex vocero de De la Rúa ante el magistrado. Pero de esa certeza pasó a la ambigüedad. “Era un rumor muy fuerte, todos comentaban que algo iba a ocurrir”, agregó.
Según Baylac, “los actores políticos y sindicales tenían una solución que pasaba por incluir a algún opositor en el gobierno, y cuando ello no se concretó decidieron desplazar lisa y llanamente al doctor De la Rúa”. Recordó que, en su condición de vocero, anunció en septiembre pasado que existía un acuerdo entre dirigentes radicales y justicialistas bonaerenses para llevar a Duhalde a la Jefatura de Gabinete. Luego describió que después de julio los gobernadores endurecieron su discurso con la intención de desplazar al gobierno, y que Carlos Ruckauf quería adelantar las elecciones, al igual que Luis Barrionuevo y Hugo Moyano. “Pero ellos eran más enfáticos y pedían un paso al costado del presidente”, agregó. El testigo comentó que recibió “una fotocopia sin firma que planteaba la acción política y gremial contra el gobierno, a partir de una reunión en el Banco Provincia, con detalles de los paros y la mención de qué leyes se iban a intentar derogar”. Aunque lamentó que el papel le “desapareció de una caja fuerte que me desapareció (sic) cuando me fui del gobierno”, y concluyó que “ese plan finalmente se corporizó”.
En ese momento, el fiscal Stornelli le preguntó al ex vocero presidencial si supo de la existencia de “zonas liberadas” durante los saqueos. Baylac respondió que tuvo conocimiento de que algunos comerciantes contrataron personal de seguridad “porque la policía no actuaba”. Hacia el final de su extensa declaración, que duró cuatro horas, el actual diputado se quejó de que durante los saqueos “los medios llegaban antes como si alguien les hubiera dado una suerte de mapa”, y de que “repetían a la tarde los hechos de la mañana como si siguieran ocurriendo”. Sin embargo, Baylac admitió que “el cacerolazo del 19 de diciembre fue espontáneo”.
Antes de culminar su exposición, explicó que hubo diversos frentes en pro de la dolarización y la devaluación, integrados por Moyano, Barrionuevo, Duhalde, Raúl Alfonsín, Leopoldo Moreau y la Unión Industrial Argentina. Calificó de “patético” el planteo de Ruckauf sobre la “trimonetización” y recordó que “el gobierno mandó a analizar la posible devaluación, pero se descartó porque esos análisis tuvieron resultados catastróficos”.
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