EL PAíS
› BIELSA SALIO A ENFRIAR LA DISPUTA CON EL VATICANO
“La relación seguirá igual”
Luego de la postura asumida por el Vaticano, el canciller salió a calmar las aguas. Hoy informará al nuncio.
“Monseñor (Antonio) Baseotto puede cumplir sus obligaciones pastorales en la medida en que su concepto de prudencia se lo aconseje. Pero ahora lo hará gratis”, dijo el canciller Rafael Bielsa para reafirmar la postura del Gobierno de anular el acuerdo con el Vaticano para la designación del obispo en el ámbito castrense, incluido su sueldo equivalente al de secretario de Estado, pero bajándole los decibeles a la confrontación con la Iglesia Católica. La Santa Sede había ratificado a Baseotto y advirtió que si se le negaba la posibilidad al clérigo de oficiar misa “se estaba violando la libertad religiosa” en la Argentina. La cancillería le comunicará hoy oficialmente la decisión al nuncio apostólico.
Las declaraciones de Bielsa intentaban aclarar los dos aspectos que motivaron la reacción del gobierno nacional y evitar que la disputa con la Iglesia siguiera creciendo. Una, que la medida contra el ex vicario castrense sólo tiene efecto administrativo y el prelado dejará de percibir el salario de 5 mil pesos que pagaba el Estado argentino. La otra, que el pedido de alejamiento de Baseotto no está vinculado a su posición antiabortista sino que está ceñido a la “figura bíblica” que utilizó –de arrojar una persona viva al mar con una piedra atada al cuello– para replicar las opiniones del ministro de Salud, Ginés González García.
“Si él hubiera expresado su opinión contra el aborto como la expresión de manera formal, a través de sus organizaciones estables, o de manera individual, no hubiera pasado nada”, dijo Bielsa en referencia a las declaraciones de Baseotto, al propiciar el asesinato de un ministro, como vicario de las Fuerzas Armadas. Luego agregó que Baseotto “tiene toda la libertad del mundo, como la tengo yo o muchísima gente” para expresarse.
Esto genera “una enorme confusión –siguió el ministro– cuando la Iglesia responde que no hay causales para removerlo a Baseotto como obispo, es lo mismo que si a usted le preguntan la hora y contesta que es día domingo”, ejemplificó para volver a explicar que “nadie pidió en ningún momento la remoción en tanto obispo sino como vicario castrense, en función de una frase inadmisible”.
La situación se había tensado después de que el vocero del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, respaldara al obispo tras el pedido de traslado que realizó el Gobierno ante la Iglesia. Incluso, Navarro Valls advirtió que “se estaba violando la libertad religiosa” en la Argentina y pidió que el Gobierno de nuestro país comunique oficialmente cualquier otra medida.
Las palabras del canciller aclaran que la decisión del Gobierno no incluye posibilidad alguna de restringir la libertad de culto, aunque apela a la “responsabilidad” de Baseotto para utilizar esa libertad. Además, Bielsa aprovechó sus declaraciones radiales para enviar un mensaje a la propia Iglesia: hoy, la Cancillería le comunicará al nuncio apostólico en nuestro país, Antonio Bernardini, la decisión del Gobierno de anular el decreto, pactado de común acuerdo entre ambos Estados, que le daba rango de subsecretario de la administración pública al eclesiástico que ocupara la vicaría castrense.
Pero Bielsa también insistió que no había motivo para imaginar una relación conflictiva con la Iglesia: “Hacia adelante la relación será como hasta el momento: impecable, sin fisuras. No hay en este hecho un antecedente de disputas entre la Iglesia y el Gobierno y no va a tener un correlato posterior”, aclaró.