EL PAíS
› ABUELAS DE PLAZA DE MAYO QUERELLO A JUAN ALEMANN
Por apologista y encubridor
Las Abuelas de Plaza de Mayo denunciaron por apología del delito al ex secretario de Hacienda de la última dictadura, Juan Alemann, quien había asegurado que no hubo robo de niños durante el terrorismo de Estado y que había que “tener estómago para hacerse cargo del hijo de un guerrillero”. “No podemos permanecer impasibles ante los dichos de este señor. El dice que los chicos sobraban, a nosotros no nos sobraban, nosotros los queremos, los necesitamos, los buscamos: que nos diga dónde están”, dijo a Página/12 Rosa Roisinblit, vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
“Además de la frase injuriosa reñida con las más elementales normas culturales, efectúa apología o elogio de las sustracciones de menores”, señaló en su presentación el abogado de las Abuelas, Ramón Torres Molina. La causa quedó a cargo del juez Rodolfo Canicoba Corral. Torres Molina afirmó también que Alemann podría haber encubierto delitos de lesa humanidad ya que estuvo en conocimiento de crímenes que nunca denunció.
La presentación de Abuelas se suma a una similar que hizo el lunes el abogado Eduardo Barcesat. Por su parte, la diputada de ARI Lucrecia Monteagudo iniciará hoy una querella por apología del delito, homicidio y supresión de identidad. Todas estas causas se originaron en un reportaje realizado a Alemann por la revista Veintitrés en el que, además de negar el robo de niños –”eran chicos que sobraban porque estos guerrilleros constituían parejas y, mientras peleaban, tenían hijos”–, admitió que en la ESMA y otros sitios se torturaba. Aunque aseguró que en el campo comandado por Emilio Eduardo Massera los tormentos se hacían “por placer” y en otros sólo “para sacar datos”. El presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Hugo Perié, se sumó al repudio a través de un proyecto de declaración.
En una carta de lectores publicada ayer por Clarín, Alemann afirmó que sus declaraciones fueron sacadas de contexto, pero insistió en negar la existencia de un plan sistemático de robo de bebés. Sin embargo sólo es necesario remitirse a las más de 200 denuncias recopiladas por Abuelas de Plaza de Mayo –los niños desaparecidos se calculan en cerca de 500– para refutar a Alemann.
Los testimonios de sobrevivientes que describen los partos en las maternidades clandestinas montadas en –entre otros campos de concentración– la Escuela de Mecánica de la Armada y el Hospital Militar de Campo de Mayo son otra prueba del delito, así como los 80 niños que recuperaron su identidad. Muchos de estos chicos estuvieron en manos de represores o civiles amigos de militares o miembros de las fuerzas de seguridad.
“No es una novedad que este señor esté de parte de los militares, lo lamentable es que gente como ésa ocupe cargos importantes, en empresas u otros sitios. A veces, cuando nos invitan de alguna embajada para celebrar la independencia de un país nos encontramos con los hermanos Alemann: son aceptados socialmente a pesar de su desempeño durante la dictadura. Los efectos de sus políticas económicas las seguimos sufriendo hoy”, señaló la vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.