EL PAíS
› DUHALDE SE REUNIO CON LOS JEFES DE LAS FUERZAS ARMADAS
Para hablar de política entre gorras
Fue ayer, en el Edificio Libertador. Se conversó sobre el futuro del Gobierno y de la posible actuación militar ante la crisis social.
Por Diego Schurman y
Nora Veiras
Se habló de política, del futuro del Gobierno y, sobre todo, del rol de los militares frente a la profunda crisis socioeconómica. Pero el parte oficial del encuentro que ayer mantuvieron Eduardo Duhalde y los jefes de las Fuerzas Armadas se limitó a resaltar dos puntos: las dificultades presupuestarias y la posibilidad de una participación “activa” del sector en los trabajos de asistencia social.
El Presidente llegó al Edificio Libertador, a su primera reunión protocolar con la cúpula militar, con el terreno preparado. José Pampuro
no sólo había mantenido una “previa”, a mediados de la última semana, con Ricardo Brinzoni y Joaquín Stella, con quienes intercambió datos en la sede del Estado Mayor Conjunto.
El secretario privado de Duhalde y los jefes del Ejército y la Armada -al que se sumaron sus esposas– también participaron de otro encuentro el fin de semana en Campo de Mayo, donde analizaron la situación política del país y la “debilidad” de las instituciones.
Cuando ayer Duhalde se encerró junto a su ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, y la cúpula militar –además de Brinzoni y Stella estaba el titular de la Fuerza Aérea, Walter Barbero– volvieron a conversar sobre el tema.
Hay un análisis recurrente entre el ámbito castrense: que ante la irrupción de nuevos estallidos y hechos de violencia mayor habrá que apelar a la Ley de Seguridad Interior. Destacan el artículo 32 que organiza el estado de sitio, donde se dispone que el comandante de las operaciones sea un militar.
Este es un discurso que suele hacer en privado Daniel Reimundes. Se trata del secretario general del Ejército, quien blasfema contra los que hablan de la posibilidad de un golpe militar y se preocupa en destacar la “subordinación al poder político” de las Fuerzas Armadas, aunque, claro, sin dejar de observar la profundidad de la crisis.
Una conversación de Página/12 con un reticente vocero militar desnudó esa visión:
–¿Cómo ve al Gobierno? –le preguntó este diario.
–Igual que usted.
–¿Imagina elecciones anticipadas?
–Igual que usted.
Oficialmente se informó que el eje de la reunión de ayer fue un racconto de los problemas presupuestarios y el reclamo militar para que se cumpla con el giro de dinero acordado para el sector, que por la crisis se encuentra demorado.
En una primera etapa de la reunión, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Carlos Mugnolo, expuso sobre las dificultades operativas ya que no sólo hay retrasos en el pago de sueldos, sino serias posibilidades de reducir la compra de repuestos y combustible para el impacto que en estos rubros produjo la estampida del dólar. “El combustible que se utiliza para los aviones de servicios de la fuerza aumentó un 60 por ciento”, fue la observación que hizo uno de los presentes.
Los jefes militares le informaron a Duhalde sobre las tareas que realizan decenas de efectivos argentinos que integran misiones de paz internacionales en zonas de conflicto como Chipre (el Presidente se comunicó con el oficial a cargo de este contingente), Kosovo y Medio Oriente, y la relación con las Fuerzas Armadas de los países limítrofes.
Según fuentes de la Casa Rosada, el encuentro de ayer había sufrido sucesivas postergaciones a raíz de la renuncia del ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov. Duhalde, de todos modos, les recordó que habrá nuevas y permanentes encuentros con el sector, a quienes les adjudica una “interesante” visión de la realidad.
Los gestos de “buena voluntad y acercamiento” –según dijeron en el Gobierno– incluyen la posibilidad de una participación activa de las fuerzas en las tareas sociales. Concretamente, podrían hacerse cargo detransportar mercaderías y medicamentos hacia zonas del país de difícil acceso.